El testamento de Alfred Nobel

Pidió que su fortuna fuera utilizada para honrar a quienes "hayan otorgado el mayor beneficio a la Humanidad"


El inventor y científico sueco Alfred Nobel creó los Premios que llevan su nombre en su
testamento, redactado en 1895, legando su fortuna a un fondo destinado a honrar "a quienes, durante el año precedente, hayan otorgado el mayor beneficio a la Humanidad".

Alfred Nobel decidió que la mayor parte de su herencia, proveniente sobre todo de su invención de la dinamita, en 1866, sería invertida en "valores seguros".

Después de su muerte, en San Remo, Italia, en 1896, aproximadamente 31,5 millones de kronor suecos, o unos 1.500 millones de kronor (214 millones de dólares, 155 millones de euros) al cambio actual, fueron utilizados para crear la Fundación Nobel.

El testamento de Nobel precisa que los premios deben ser divididos en cinco partes iguales, para Física, Química, Medicina, Literatura y Paz: "Una parte a la persona que haya realizado el descubrimiento o invención más importante en el campo de la física; una parte a la persona que haya hecho el descubrimiento químico o mejora más importante; una parte a quien haya hecho el descubrimiento más importante en el terreno de la medicina o la fisiología, una parte a la persona que haya producido en la esfera de la literatura la
obra más extraordinaria en una dirección ideal; y una parte a la persona que haya realizado la mayor o la mejor obra en favor de la fraternidad entre las naciones, por la abolición o reducción de los ejércitos permanentes y a favor de realizar y promover congresos de paz".

Pero cuando Alfred Nobel murió sin hijos y se leyó su testamento, su contenido sorprendió a muchas personas, incluyendo a su propia familia. El documento fue cuestionado por dos sobrinos, que trataron de que fuera declarado sin fuerza legal, e incluso el rey Oscar II de Suecia se opuso a los deseos de Nobel, afirmando que no eran "patrióticos".

La confusión aumentó debido a que Nobel no había designado a un albacea testamentario, ni había consultado a las diversas instituciones que designó para otorgar los premios con el fin de asegurarse de que estuvieran dispuestas a encargarse de esta tarea.

Luego de más de tres años de regateos, la Fundación Nobel fue creada para administrar el capital de la herencia de Nobel y las cinco instituciones acordaron entregar los premios tal como Nobel había deseado.

Desde 1901, el año en que se atribuyeron los primeros Premios Nobel, la Fundación ha financiado los prestigiosos galardones creados por el científico que les dio su nombre.

El Premio Nobel de Economía, la única recompensa que no está incluida en el testamento de Alfred Nobel, es financiado por el Banco Central de Suecia, que creó este galardón en su centenario, en 1968. Fue atribuido por primera vez en 1969.

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