Kosovo se independizó de Serbia en un día histórico

Rechazo del gobierno serbio. Estados Unidos apoya con cautela. Festejo en las calles

PRISTINA, Kosovo.- Kosovo completó ayer la desintegración de la vieja Yugoslavia al proclamar su independencia de Serbia pese a la oposición de Belgrado, que juró que "nunca" la reconocerá y que luchará para revocarla por medios pacíficos. "A partir de ahora somos un Estado independiente, libre y soberano", dijo a los diputados que poco antes habían aprobado la secesión el presidente del Parlamento kosovar, Jakup Krasniqi.

"Hemos esperado este día durante mucho tiempo", afirmó el primer ministro kosovar Hashim Thaci al Parlamento de Pristina, asegurando estar "haciendo historia" bajo la mirada de "todo el mundo". "Todos los kosovares, sin distinción de etnia, serán ciudadanos iguales. Estamos construyendo un país en el que todos disfrutarán de los mismos derechos", sentenció en velada alusión a la minoría serbia.

CONDENA SERBIA

Casi al mismo tiempo, el presidente de Serbia, Boris Tadic, hacía público un comunicado condenando la secesión. "Serbia nunca reconocerá la independencia de Kosovo. Serbia ha reaccionado y reaccionará recurriendo a todos los medios pacíficos, diplomáticos y legales para revocar este acto perpetrado por las instituciones de Kosovo", declaró Tadic. "Serbia pide a todos los miembros de la ONU que respeten la soberanía y la integridad territorial de Serbia (...) y rechacen la pretendida independencia de Kosovo", indicó Tadic.

El primer ministro serbio Vojislav Kostunica criticó enérgicamente al presidente estadounidense George W. Bush, culpándolo de instigar la separación de una provincia que los serbios consideran la cuna de su cultura. "El presidente de Estados Unidos, que es responsable de esta violencia, al igual que sus partidarios europeos, quedarán en la historia de Serbia en letras negras", señaló Kostunica. El presidente kosovar, Fatmir Sejdiu, pidió en cambio a "todos los países del mundo" que reconozcan la independencia y "establezcan con nosotros relaciones diplomáticas normales".

WASHINGTON "TOMO NOTA"

Estados Unidos, Francia, Alemania, Gran Bretaña e Italia, partidarios de la independencia, podrían ser los primeros en reconocer el nuevo Estado a partir de hoy, tras una reunión de los cancilleres de la Unión Europea en Bruselas. Otros, como España, que alberga reivindicaciones nacionalistas en su territorio, expresaron que no se iban a sumar a tales reconocimientos aunque ayudarían al nuevo Estado. Por el momento, Washington se limitó a "tomar nota" del acontecimiento y saludar el "claro compromiso del gobierno kosovar de proteger a las minorías étnicas", según dijo el portavoz del departamento de Estado, Sean McCormack. "Quiero subrayar que la estabilidad en Kosovo y toda la región es esencial, en consecuencia insto a que todo el mundo actúe con calma y de manera responsable", dijo por su parte el responsable de la diplomacia de la Unión Europea, Javier Solana.

En el otro extremo, Rusia, la aliada histórica de Serbia, exigió la anulación de la independencia y una reunión urgente del Consejo de Seguridad de la ONU. El Vaticano pidió por medio de su portavoz, Federico Lombardi, "prudencia a los responsables políticos de Serbia y Kosovo" y un "compromiso para evitar derivas violentas", indicaron los medios italianos.

INCIDENTE

En Kosovska Mitrovica, la ciudad étnicamente dividida entre serbios y albaneses en el norte de Kosovo, se produjo el primer incidente del que hay constancia tras la declaración de independencia, cuando una granada estalló en el patio de un tribunal de la ONU sin causar víctimas. Otra granada que tenía como objetivo el edificio donde se instalará la misión que la Unión Europea (UE) despachará para acompañar la independencia no estalló.

La autodeterminación de Kosovo cierra el telón del brutal estallido de Yugoslavia en los años '90, que sucedió a la caída del comunismo en Europa y fue testigo de las peores atrocidades cometidas en el continente desde la Segunda Guerra Mundial. Kosovo, donde el 90% de sus dos millones de habitantes son de etnia albanesa, ha sido administrada por las Naciones Unidas desde 1999, al término de la campaña de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) liderada por Estados Unidos contra el régimen de Slobodan Milosevic. Una vez declarada la independencia, se abre un período de transición de 120 días en el que la Unión Europea desplegará una fuerza integrada por unos 2.000 juristas y policías, para asistir a las autoridades en el proceso democrático. Con un desempleo estimado en el 45% y la mitad de su población con menos de 25 años, Kosovo permanecerá todavía largos años sujeto a la ayuda económica de los occidentales.

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