Micó no quiere irse y borró al Chanchi Estévez

Por MARIANO BOURGAREL

En Racing, la crisis no es casual. Porque los hombres, parecen estar por encima de los intereses de la institución. Tanto en lo deportivo como en lo económico. Porque pese a recibir cuestionamientos de adentro y de afuera, Fernando De Tomaso no se mueve de su silla, al frente del gerenciamiento del fútbol del club. Y ahora, en pleno incendio por una pésima campaña del equipo en el torneo Clausura, Miguel Angel Micó repite la actitud, y tampoco se baja del barco, como si él fuera ajeno a una situación de riesgo que vive la Academia, por estar acechada por la promoción y el descenso.

Lo concreto es que por ahora, Miguel Micó seguirá siendo el entrenador de Racing; por lo menos, eso le comunicó a Fernando De Tomaso y a sus jugadores, en el entrenamiento de ayer; y además, para echarle más leña al fuego, tomó la decisión de separar del plantel al delantero Maximiliano Estévez, quien el viernes abandonó la concentración cansado de las decisiones del técnico.

La situación de Racing va de mal en peor, con un entrenador que asegura que su equipo juega bien, pese a que tiene tres puntos sobre 24 en juego y que en unos días (cuando Gimnasia de Jujuy complete sus encuentros y el Tribunal de Penas le dé por perdido el encuentro ante Estudiantes), podría quedar, si se dan una serie de resultados, en zona promoción y hasta de descenso directo.

Ayer fue otro día movido en Racing. Porque el plantel se tenía que entrenar en el estadio de Avellaneda, pero durante toda la mañana sólo hubo reuniones y de trabajo poco y nada, porque sólo hubo tarea regenerativa para los que actuaron ante San Martín de San Juan, pues la cabeza de los protagonista, está en otra parte, con una crisis insoslayable acechando el presente del conjunto.

Estaban citados a las 9. Pero recién a las 11.45 los jugadores salieron a la cancha auxiliar a realizar algunos movimientos físicos, de rutina, para luego ser liberados hasta mañana, a las 10, cuando se reanudarán las prácticas, pensando en el choque del viernes ante Vélez, en el que podrían reaparecer los cuatro suspendidos: Bastía, Matías Sánchez, Maximiliano Moralez y Gonzalo García.

LO BORRARON A ESTEVEZ

Pero la historia del día comenzó bien temprano, cuando poco después de las 8.30 llegó Micó al estadio de Avellaneda y en forma inmediata ingresó el vestuario. Allí, apareció sorpresivamente el gerenciador Fernando De Tomaso (por su presencia los periodistas no pudieron ingresar a la práctica, que se anunciaba abierta y terminó siendo cerrada) y se juntó con el entrenador.

En el encuentro, según comentaron allegados al plantel de Racing, que se prolongó durante más de una hora, arreglaron que "lo mejor para el club" es que Micó siga siendo el entrenador. Especialmente, porque De Tomaso no tiene a mano ningún candidato para reemplazarlo.

En esa misma charla, el técnico le comunicó a De Tomaso que separaría a Estévez del plantel, algo a lo que el gerenciador no puso objeciones, porque se comenta que al goleador del equipo que obtuvo el torneo Apertura 2001 se lo impusieron y nunca lo quiso.

A todo esto, la mayoría de los jugadores daba vueltas por el playón del estadio, mientras que unos pocos, como el "Chanchi", decidieron por cuenta propia pasar por el gimnasio a realizar algunos ejercicios físicos.

Poco después de las 11.30, la novia de Maximiliano Estévez pasó a buscar al delantero, quien visiblemente molesto se retiró de la cancha sin hacer declaraciones a la prensa. Mientras sus compañeros, sin salir de su asombro por este nuevo capítulo de la crisis, iban a entrenarse.

En tanto, si bien ayer no se permitió el ingreso de simpatizantes en la práctica, en las páginas de internet y en los fotos de los hinchas de Racing, ya se convocan para un escrache a Miguel Micó en los entrenamientos de la semana, para pedirle que abandone su cargo. Sobre llovido, mojado. Para un club que está con el respirador artificial.