Yamaha XT 660 Z Ténéré: vuelve el correcaminos

El nuevo modelo incorpora elementos de tecnología y estética actual, pero no pierde los rasgos de las XT 600 y 660 de antaño. Prueba de ello es la gran capacidad del depósito de combustible (22 litros), protecciones debajo del motor, protecciones para la horquilla delantera y una pantalla suficientemente grande para resguardar la cabeza.

La Yamaha XT 660 ha sido modificada, pero no ha querido perder las características esenciales por las que se empezó a fabricar este modelo, por allá el año 1982. La Ténéré es fiable y su reparto de pesos han ayudado aún más a que el pilotaje sea bueno para grandes recorridos. Aunque no tenga la autonomía que tenían sus predecesoras (llegaban a los 30 litros de capacidad de combustible) las suspensiones trabajan bien y han sido mejoradas, ayudando de esta manera al piloto a aguantar viajes largos. La XT ha mejorado también el confort del piloto en largos recorridos con un comportamiento fiel y equilibrado. El motor, más perecido a un diésel que a un gasolina, está diseñado para aguantar lo que sea y a un régimen de vueltas no muy alto. De esta manera,

la Ténéré ofrece lo mejor de su motor entre las 4.000 y 5.000 rpm. Los bajos son francamente buenos y permiten una recuperación del motor muy notable. De esta manera, la Yamaha XT recupera su función de correcaminos, tanto en carretera como en offroad, y su respuesta es siempre buena. Además, este modelo tiene la opción de incorporar un sinfín de accesorios que facilitan la conducción y la supervivencia en las rutas, como paramanos, maletas laterales o un gancho para remolcar la moto.

A partir del próximo mes de mayo, los adeptos a las largas rutas y al off-road podrán disponer de uno de los míticos modelos de Yamaha por unos 7.000 euros.