Profesor Roberto M. De Souza

Su fallecimiento

A los 78 años, murió en nuestra ciudad el profesor Roberto De Souza, un destacado humanista y un intelectual de envergadura. Su pasión por las letras -que lo llevó a estudiar esa carrera en la facultad de Humanidades de La Plata y a desarrollar una brillante trayectoria académica en ese campo- no alcanza para definirlo. Porque fue, además, un apasionado por el teatro (dirigió, escribió y tradujo obras importantes), un singular artista plástico (que trabajaba en esmalte y cerámica) y también orfebre de joyas.

Hombre de talentos diversos, tuvo al mismo tiempo la disciplina y la energía para desarrollarlos con pasión y dedicación.

De Souza había nacido en San Juan -casi accidentalmente-, el 11 de julio de 1929. Su padre había llegado a esa provincia como funcionario de la intervención enviada por Hipólito Yrigoyen. Pero al poco tiempo vino a La Plata, donde vivió toda su vida, con intervalos fuera del país.

Fue alumno del Colegio Nacional, del que egresó como uno de los mejores promedios en 1948. Luego estudió la carrera de Letras en la facultad de Humanidades y se doctoró en la Universidad de Madrid.

Especializado en filología y lingüística, desarrolló una reconocida trayectoria académica en la Universidad de Santa Bárbara (California), en la que dictó cátedra durante muchos años y a la que siempre se mantuvo ligado. Viajaba periódicamente a Estados Unidos por compromisos académicos.

En el ámbito local, fue director del Teatro Universitario (al que estuvo vinculado toda la vida), secretario de la facultad de Humanidades, secretario del instituto de Filología de esa casa de estudios y profesor de la Escuela de Teatro, entre otras funciones docentes y académicas. También fue profesor en el Colegio Nacional Buenos Aires y ejerció la crítica teatral.

Viajero incansable, conoció el mundo entero. Vivió en Europa y en Estados Unidos. Hablaba varios idiomas y era, además de un intelectual refinado, un innovador, un hombre muy abierto a las nuevas tendencias, tanto en materia artística como social y cultural.

Ameno conferencista, era convocado con frecuencia a diversos ámbitos intelectuales del país y del exterior para disertar sobre aspectos de la lengua, la literatura y el teatro. Como filólogo, se destacó a nivel internacional.

Roberto De Souza fue, en definitiva, una figura relevante del mundo académico y cultural de la Ciudad, que mostró -en facetas diversas- una sensibilidad especial por las expresiones artísticas. Otra arista de su exquisita personalidad lo mostraba, además, como un gran cocinero.

Valorado por sus brillantes condiciones intelectuales, por sus rectos valores morales y por su singular y distinguida personalidad, su fallecimiento ha provocado un hondo pesar en diversos ámbitos de la Ciudad.

Sus restos fueron cremados ayer en un cementerio privado de nuestra región.

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