En su estreno, Cambaceres dejó una mejor impresión

Jugó un buen partido y se trajo de Luján una valiosa igualdadPor LEANDRO DUBA

Por haber sido el primer compromiso en la C, después de doce largos años, el empate a uno frente a Luján, de visitante, no es un mal resultado.
Cambaceres, que viene de padecer un fuerte recambio de jugadores, y de asimilar (por decirlo de alguna manera) el durísimo golpe que significó perder la categoría, empezó a dar sus primeros pasos en una categoría a la que deberá acomodarse rápidamente si es que pretende recuperar protagonismo.
Arrancar de cero no es tarea sencilla. Ni para el cuerpo técnico, que necesita de un tiempo prudencial para poder acomodar las nuevas piezas, ni tampoco para los jugadores, que deben acostumbrarse a un determinado sistema.

Sin embargo, y más allá de estos contratiempos, que son típicos en aquellos equipos que están en la búsqueda de una identidad, Cambaceres dejó una mejor impresión, fundamentalmente, por lo que hizo en la etapa inicial.

Sustentado en el orden colectivo, y en el interesante desplazamiento de Sebastián Jaime (fue clave hasta antes de su lesión), el Rojo manejó el partido con inteligencia y solidez.

Los primeros minutos encontraron a Cambaceres más ambicioso y con un mejor trato la pelota respecto de Luján. Un tiro de larga distancia de Manes y un cabezazo de Sebastián Jaime que terminó cerca del palo derecho de Kippes, fueron un anuncio de lo que realmente fue a buscar el equipo de Ensenada.

No obstante, a los 17, Damián Soria, apareciendo por la derecha, fusila literalmente a Kippes, decretando el primer gol del partido.

De allí en más, el trabajo de Camba se fue consolidando. Inclusive, hasta pudo aumentar la diferencia, después de que Gamberini, cara a cara con el uno de Luján, desperdiciara una gran oportunidad.

En el complemento, Luján, con más empuje que juego, logró equilibrar el desarrollo de las acciones, a partir de la movilidad de Abel Oroná y de la propia ansiedad de Camba. Los pelotazos frontales y las imprecisiones fueron una constante, por eso, el partido cayó en un pozo.

A los 23 minutos, se produjo una jugada polémica, que terminó con el gol del empate. Gesualdo fue víctima de una fuerte infracción. El árbitro, muy permisivo en algunas jugadas, dejó seguir. Con la pelota afuera, la gente de Camba esperaba un acto "de gentileza" por parte de los jugadores de Luján, pero nada de eso ocurrió. El pelotazo largo de Pérez Bianchi habilitó a Oroná, que con un centro atrás, dejó sólo a Brayotta para que definiera ante Lacerre.

Los últimos veinte minutos fueron un verdadero fiasco, aunque dentro de ese contexto, Camba pudo haberlo ganado con un frentazo de Massolo que Kippes abortó con un manotazo desesperado. En líneas generales, el Rojo, por haber sido el primer partido, aprobó el examen.

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