Murió el nene de 11 años que tenía todo su cuerpo quemado

Estaba internado en el Hospital de Niños en estado desesperante

El chico de 11 años que el pasado martes había sufrido quemaduras prácticamente en la totalidad de su cuerpo, mientras jugaba con cuatro amiguitos en una casilla de madera que se prendió fuego, en el barrio Los Talas de Berisso, falleció ayer a la tarde en el Hospital de Niños de nuestra ciudad, donde había sido internado en gravísimo estado minutos después del incendio.

A pesar que un rato antes de que el menor -identificado como Aquiles Obando- dejara de existir, debido a la extrema complejidad de su estado de salud, a raíz de que presentaba quemaduras en el 95 % de su cuerpo, tanto médicos de ese nosocomio, como familiares del niño, habían expresado que abrigaban alguna mínima esperanza de sobrevida, que desgraciadamente se desvaneció minutos después con este penoso desenlace.

De esta manera, lo que comenzó como un simple e inocente juego de chicos, entre un grupo de cinco amiguitos, en un descampado de calle 29 entre 162 y 162 norte, donde poco antes de las 15.00 habían armado una casilla con maderas y chapas, por cuestiones del destino terminó cobrándose la vida de dos menores.

La primera víctima fatal murió carbonizada ese mismo día al quedar atrapado por las llamas dentro de esa precaria construcción.

En tanto, un tercer chiquito sufrió lesiones en sus piernas, aunque de menor consideración, al tiempo que otros dos milagrosamente pudieron escapar y ponerse a salvo.

DOLOR SIN FIN

Ayer este diario estuvo en el Hospital de Niños, un par de horas antes de conocerse la triste noticia de la muerte de Aquiles, y pudo conversar con su padre, Raúl (37), quien se encontraba en los pasillos de la sala de espera de terapia intensiva, junto a algunos familiares.

Visiblemente conmovido por el duro trance por el que atravesaba su hijo, expresó que "mientras haya un hilito de esperanza de vida, me voy a aferrar a ella".

Contó luego que se enteró del accidente de su hijo "mientras estaba trabajando en playa Bagliardi, de Berisso, para el aserradero que funciona en esa zona. Me lo hizo saber un conocido que había ido a pescar y al verme, me pidió que fuera para Los Talas, porque Aquiles había sufrido un accidente".

"Al llegar al lugar donde pasó todo vi sólo al nenito de 4 años que estaba muerto y a mi hijo lo habían llevado a un hospital que después un hermano, que había traído acá a mi ex mujer, me hizo saber que era el de Niños", apuntó.

De inmediato, citó que "enseguida me vine y los médicos me permitieron verlo. Tenía vendadas las piernas, el pecho y las manos, mientras que el resto del cuerpo estaba totalmente quemado. Luego supe que le habían puesto un respirador artificial".

Poco después, ante la terrible noticia de su muerte, la angustia lo desbordó y se lo pudo ver aferrado a interminables abrazos con sus seres queridos.

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