Libro de records: el mejor golf de "Lucho" Borges

Carlos “Lucho” Borges, fue un puntero izquierdo uruguayo que se consagró cinco veces campeón con Peñarol, y que jugó para su seleccionado nacional en la Copa del Mundo de Suiza, en 1954.

Luego integró el equipo del Racing campeón de 1961, luciendo por su rapidez y efectividad.

Más allá de sus éxitos deportivos, fue protagonista de un hecho que mereció ser destacado, mucho más que su lucimiento en las canchas.

Es que Lucho se trasladaba constantemente de Montevideo a Buenos Aires, en barco, para jugar en el torneo argentino.

El 10 de julio de 1963 resultó un día fatídico, tristemente inolvidable. Esa noche embarcó en el puerto de Montevideo en el buque Ciudad de Asunción, sin sospechar la tragedia.

A LA BUENA DE DIOS

En la mitad del recorrido, en medio del Río de La Plata, el Ciudad de Asunción comenzó a incendiarse, ofreciéndose una escena dantesca en plena oscuridad. Cundió el pánico y los pasajeros, a la orden del capitán, abandonaron la nave en botes salvavidas.

Lucho Borges, ya en el agua y con un simple salvavidas (no sabía nadar) intentó subir a uno de los botes atestado de aterrados náufragos, quienes se lo impidieron pegándole con uno de los remos, temiendo que la sobrecarga diera vuelta la débil barcaza.

Sin embargo, Borges no ofreció resistencia y entonces se aferró a un madero que flotaba a su alcance y se dispuso a esperar la ayuda de Dios.

Claro que algo lo conmovió al observar al buque que estaba, lentamente, yéndose a pique. Una señora, con gritos desgarradores y cercada por las llamas, arrojaba a un niño al agua. Fue cuando Borges, como pudo, se acercó hasta el niño de unos 6 años, y se lo llevó consigo hacia el salvador madero flotante.

Lucho y el niño se salvaron, pero el naufragio provocó 52 muertes, según las crónicas de la época. Después Borges volvió al fútbol, con patente de héroe. Había convertido su mejor gol.

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