"Cuando lo vi me quedé helado"

El día en que el empleado de una fábrica de pastas ubicada en la calle Amenábar al 2200, en capital federal, aseguró haber visto al odontólogo Ricardo Barreda de compras, junto a su novia, Pochi André, allá por el mes de noviembre del año pasado, a unas dos cuadras de su casa, contó que "cuando lo vi me quedé helado. Venía con otras bolsitas, como que estaba haciendo compras. Yo vi cómo adentro del local todas las personas lo reconocieron, pero nadie le dijo nada", relató en declaraciones a la prensa.

El muchacho mencionó además que "Barreda es una persona inconfundible; es tan conocida como Menem o Tinelli".

Por este hecho, como adelantó este diario, la Justicia Penal local decidió la apertura de un expediente, en el que, tras las probanzas del caso, se tendrá que definir si le revocan, o no, el arresto domiciliario, más allá de que el odontólogo siempre negó haber abandonado la casa de su pareja, en el barrio porteño de Belgrano.

En ese sentido, cabe aclarar que Barreda sólo puede salir de ese domicilio con expresa autorización judicial, por ejemplo, para atender cuestiones relativas a su salud o, cumplir directivas procesales, como la de ayer en la Asesoría de Tribunales.

El denunciante, cuya identidad no fue revelada, ratificó sus dichos ante la Sala I de la Cámara Penal de La Plata, la misma que le otorgó a Barreda el beneficio del arresto domiciliario.

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