Raptan a una policía y amenazan con fusilarla

Se la llevaron desde su casa, en San Carlos, hasta Gómez. Le robaron plata y un coche

Mayra Soledad Guerrero (32) sacó un Peugeot 206 de la concesionaria para la que trabaja y, lo estacionó en la puerta de su casa, en la localidad de San Carlos. Eran las 06.10. Estaba a punto de salir de viaje hacia General Pacheco, donde iba a realizar un curso. Pero de pronto la madrugada se convirtió en una odisea. Y la mujer terminó en cercanías de la localidad de Brandsen, golpeada, y abandonada en medio de un campo, a más de 4 kilómetros de la vivienda más próxima.

La habían raptado dos delincuentes, que además la manosearon, le gatillaron repetidas veces en la cabeza, amenazaron con violarla y matarla, y finalmente la liberaron tras robarle 500 pesos, documentación y el coche.

"'Loco, pegame un tiro y dejame tirada acá'", le dijo Guerrero a uno de sus captores, cuando, tras más de media hora de terror, los sujetos la bajaron en un descampado y le desabrocharon el pantalón. "Ahí pensé lo peor -reconoció la víctima en diálogo con EL DIA-, pero no iba a dejar que me violaran, me iba a resistir hasta las últimas consecuencias, y ellos no iban a tener otra que dispararme, porque estaban jugados", relató a EL DIA.

LA PESADILLA

Todo comenzó en su vivienda de calle 530 entre 132 y 133, cuando, por la madrugada, la víctima estacionó el Peugeot 206, ploteado con el logo de la concesionaria "Esprit Portau", en la puerta del domicilio. En ese momento, apareció automóvil Corsa color blanco, del que se bajaron dos hombres, de unos 30 años, que se acercaron al rodado de la mujer y le apoyaron un arma en el vidrio.

"Por miedo a que me dispararan abrí la puerta, porque además no tenía ángulo para escapar. Enseguida uno me pegó una trompada y me pasó para el lado del acompañante. Estaban los dos armados, y me hicieron poner con la cabeza hacia abajo. El auto salió a toda velocidad y el que manejaba me empezó a pegar piñas en la costillas", contó Mayra Guerrero.

Fue una verdadera pesadilla. Le gatillaron repetidas veces en la cabeza y la manosearon. "'Matala, matala, total para qué la queremos'", le decía uno de los delincuentes al otro, que, según la víctima, actuaba bajo los efectos de las drogas.

Los ladrones además preguntaban con insistencia si el auto contaba con un sistema de alarmas instalado. "Después me empezaron a decir 'sos muy linda, te vamos a llevar al aguantadero'. En un momento casi chocamos contra un camión, porque escuché la frenada, y el acompañante le dijo al otro 'tené cuidado que si nos matamos nos matamos nosotros, pero a ella no'".

La mujer recién pudo levantar la cabeza cuando llegaron a un descampado. Allí la hicieron descender con una campera en el rostro, y le desabrocharon el pantalón. "Pensé lo peor", reconoció. "'Matala porque esta nos va a denunciar'", dijo uno. Pero pronto se fueron. La dejaron sola, en medio de un campo desconocido.

"Caminé 4 kilómetros hasta que encontré una casa. Ahí salió un hombre que se iba a trabajar, y me acompañó hasta el Destacamento de Gómez, a hacer la denuncia", aseguró.

Guerrero, además de trabajar para la concesionaria, se desempeña como administrativa en el Servicio de Emergencias 911. "Soy policía, pero no porto armas. Tengo miedo que me vuelvan a buscar. Estoy segura de que si me quedó acá y se enteraron por la documentación que soy policía, van a venir de nuevo. Por eso me voy a mudar", explicó a este medio.

Al cierre de esta edición, el caso era investigado por personal del Destacamento La Unión, aunque no se habían registrado detenciones por el caso y tampoco habían encontrado el vehículo sustraído.


Las noticias locales nunca fueron tan importantes
SUSCRIBITE