Fugas del Almafuerte: caen tres menores en un tiroteo

Se enfrentaron con personal policial en Lomas de Zamora. Todos están acusados de homicidio

Dos menores de 16 años y, un tercero de 17, que están acusados por el delito de homicidio y, que se habían escapado del Instituto Almafuerte de Melchor Romero, fueron recapturados tras un enfrentamiento armado, luego de ser sorprendidos con una moto robada en la localidad bonaerense de Parque Barón, partido de Lomas de Zamora, informaron a este diario calificadas fuentes policiales.

Este hecho se conoció a pocas horas de la increíble fuga que protagonizó otro joven de 21 años, de ese mismo centro de alojamiento, dependiente de la Subsecretaría de Minoridad bonaerense, a quien, de acuerdo a la denuncia policial que consta en el Destacamento La Unión, llevaron a comer a una parrilla de La Granja.

En esta ocasión, el operativo fue realizado en horas de la madrugada por efectivos de la DDI Lomas de Zamora, a cargo del comisario mayor Fabián Tosso.

Los voceros consultados indicaron a este diario que, en su poder, se les incautó una pistola calibre 675 y un revólver calibre 32, con varios cartuchos.

Además, se recuperó el rodado de mención, que le había sido sustraído a una pareja de mujeres.

Se iniciaron actuaciones por "resistencia a la autoridad, tenencia de arma de guerra y robo calificado de motovehículo".

EL ANTECEDENTE

Como adelantó EL DIA en su edición anterior, el joven de 21 años, acusado de homicidio, se fugó cuando se hallaba custodiado por un celador en una parrilla de 520 y 136.

Según los investigadores, el joven gozaba de "salidas institucionales" por las cuales semanalmente podía visitar a familiares.

La Policía informó que el muchacho regresaba de visitar a su familia en la localidad de Florencio Varela, en compañía de un empleado de la Subsecretaría de Minoridad bonaerense, rumbo al Instituto Almafuerte, sito en 520 y 183.

De acuerdo al reporte oficial, el celador y el joven entraron a una parrilla y, se aprestaban a almorzar, cuando el interno pidió permiso para ir al baño.

El empleado, se supo, le concedió autorización, pero le dijo que debía hacerlo detrás de un árbol.

Los minutos pasaron y el muchacho no regresó más, por lo que el celador debió denunciar que el joven se había evadido.

Anoche continuaban los rastrillajes en procura de obtener su paradero.


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