El viento derrumbó el "árbol de Ana Frank"
El viejo castaño que la niña había citado en su famoso diario cayó derribado. Era un símbolo de libertad
| 24 de Agosto de 2010 | 00:00

El viento derrumbó ayer el llamado "árbol de Ana Frank", un castaño centenario situado cerca de donde vivió la niña judía cuando se refugió en Amsterdam de los nazis. El árbol, que se encontraba en mal estado a causa de sus 150 años de edad, ya había sido objeto de polémica durante los últimos años, cuando asociaciones de vecinos se opusieron con éxito a la tala que había solicitado su dueño. En ocasión de esa disputa, el árbol fue reforzado, por lo que en 2008 se pronosticaba que podría sobrevivir otros diez años.
Situado en un jardín próximo a la casa en la que se refugió Ana Frank, la niña lo citó varias veces en su diario, por lo que el castaño, uno de los más viejos de Amsterdam, tenía mucho valor emocional para los vecinos.
Holanda amaneció ayer con lluvia y viento moderado, que no sobrepasó los 42 kilómetros por hora, y la caída del castaño, del que hay "hijos" plantados en diferentes colegios de Europa y en el bosque de Amsterdam, no ocasionó heridos.
El que fuera un imponente castaño, ahora muerto y con el tronco podrido, se rompió a un metro del suelo y cayó sobre los jardines del lugar. Dañó un muro de ladrillos y varios arbustos, pero las construcciones colindantes -como el Museo de Ana Frank- no sufrieron daños y nadie resultó herido.
Frank habló del árbol varias veces en el famoso diario que escribió durante los 25 meses que permaneció dentro de su casa hasta que su familia fue arrestada en agosto de 1944, tras lo cual Ana Frank murió de tifus en el campo de concentración de Bergen-Belsen, en marzo de 1945. Su diario fue recuperado y leído tras su muerte.
La campaña global para salvar el castaño, conocido como "el árbol de Anna Frank", fue iniciada en 2007, después de que funcionarios de la ciudad dijeran que representaba un peligro para la seguridad de los ciudadanos. Pero quienes consideraban al árbol como un símbolo a la libertad protestaron y el castaño no fue derribado, tras una batalla en los tribunales.
El árbol de 150 años sufría problemas de hongos y polillas que causaron que más de la mitad de su tronco se pudriera, y había sido rodeado de un sistema de apoyo de acero.
El Instituto de Arboles de Holanda, uno de los partidarios más acérrimos del proyecto de preservación, dijo estar "sorprendido con desagrado" por la noticia. "Según el consejo de expertos en árboles, se calculó que el árbol podría vivir varias décadas más" con el apoyo de la estructura, dijo el instituto en un comunicado, y añadió que no sabía el motivo por el cual la estructura de acero falló.
Situado en un jardín próximo a la casa en la que se refugió Ana Frank, la niña lo citó varias veces en su diario, por lo que el castaño, uno de los más viejos de Amsterdam, tenía mucho valor emocional para los vecinos.
Holanda amaneció ayer con lluvia y viento moderado, que no sobrepasó los 42 kilómetros por hora, y la caída del castaño, del que hay "hijos" plantados en diferentes colegios de Europa y en el bosque de Amsterdam, no ocasionó heridos.
El que fuera un imponente castaño, ahora muerto y con el tronco podrido, se rompió a un metro del suelo y cayó sobre los jardines del lugar. Dañó un muro de ladrillos y varios arbustos, pero las construcciones colindantes -como el Museo de Ana Frank- no sufrieron daños y nadie resultó herido.
Frank habló del árbol varias veces en el famoso diario que escribió durante los 25 meses que permaneció dentro de su casa hasta que su familia fue arrestada en agosto de 1944, tras lo cual Ana Frank murió de tifus en el campo de concentración de Bergen-Belsen, en marzo de 1945. Su diario fue recuperado y leído tras su muerte.
La campaña global para salvar el castaño, conocido como "el árbol de Anna Frank", fue iniciada en 2007, después de que funcionarios de la ciudad dijeran que representaba un peligro para la seguridad de los ciudadanos. Pero quienes consideraban al árbol como un símbolo a la libertad protestaron y el castaño no fue derribado, tras una batalla en los tribunales.
El árbol de 150 años sufría problemas de hongos y polillas que causaron que más de la mitad de su tronco se pudriera, y había sido rodeado de un sistema de apoyo de acero.
El Instituto de Arboles de Holanda, uno de los partidarios más acérrimos del proyecto de preservación, dijo estar "sorprendido con desagrado" por la noticia. "Según el consejo de expertos en árboles, se calculó que el árbol podría vivir varias décadas más" con el apoyo de la estructura, dijo el instituto en un comunicado, y añadió que no sabía el motivo por el cual la estructura de acero falló.
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