Había que llamar a Troglio

     Gol de Vargas y a cobrar. El gol del Turbo, el arco de Monetti invicto, la presión para recuperar la pelota como bandera contituyen los pilares de la saludable amistad del equipo de Pedro con la victoria. Un triunfo que -sí la peli termina con final felíz en junio- será de los recordados con mayor cariño por todos.
     El partido que pocos vieron -màs de 150 triperos de Neuquén, Trelew, Rawson, Río Negro y obviamente nuestra ciudad dijeron presente en el estadio Raúl Conti, dando una conmovedora muestra de lealtad- dejó la victoria y la confirmación de que no hay que hacer maravillas para ganar en la B Nacional.
     Pedro Troglio ha sido vital para cambiarle la cara al Lobo. Vital porque transmite vida, optimismo. No solo aportò en el aspecto anímico, también desde el punto de vista táctico ha sido importante. En Madryn arrancó 4-2-3-1, puso a Vizcarra por Benítez y mutó a un 4-4-2 más agresivo con Casco de "3"; con el ingreso de Marangoni atacó casi 3-3-2-2 (Casco al medio, De Blasis y Marangoni enganches, Vizcarra-Vargas tándem ofensivo) y terminó defendiendo 4-4-1-1 con García volante izquierdo. La tan mentada "locura ofensiva" de Troglio no ha sido tal y las flaquezas defensivas evidentes en sus equipos, no aparecieron. El 0 en el arco del Mono habla por sí mismo.
     Pablo De Blasis, figura en la primera mitad. Lisandro Magallán. El gol del Turbo, que le hace tanto bien. Por ahí están las figuras del Lobo, con buenos aportes de Milton Casco, Dardo Miloc, Alejandro Capurro y Fernando Monetti.
     Troglio maduró. Hay trabajo. Hay ganas. Tiene que salir bien.