Várices: mucho más que una cuestión estética

Las várices son dilataciones venosas que pueden tener distintos tamaños y formas. Muchas mujeres las padecen y cada vez hay más conciencia de que se trata no sólo de una cuestión estética sino que principalmente son un problema circulatorio.

Las famosas "arañitas", por su parte, son dilataciones también, pero de vasos de pequeño calibre y son más superficiales y pueden ser rojas , azules o violetas.

Las dos afecciones son hereditarias. Pero influyen también otros factores desencadenantes como el embarazo, estar de pie muchas horas, obesidad, etcétera.

PREVENCION

"Las medidas preventivas para evitar las várices incluyen ejercicios de retorno venoso, flebotónicos, medias de compresión graduada. Una persona con várices nunca debe someter sus piernas a temperaturas elevadas, ni golpearse, ni permanecer muchas horas de pie con escasos movimientos. También se aconseja no tener exceso de peso", comenta el doctor Sergio Garbarz, director médico de la Fundación Flebológica Argentina.

Las várices no se van solas. E incluso, hasta pueden volver a aparecer luego de un tratamiento. "La recidiva varicosa es un capítulo especial de la flebología moderna, que requiere un tratamiento preciso y minucioso. Distintos factores pueden provocarlo como progresión del a enfermedad, o un tratamiento inadecuado", señala.

COMO TRATARLAS

Hay distintos tipos y grados y cada cuadro clínico es diferente. Existen distintas herramientas como la cirugía, el láser y la escleroterapia.

Con una ecografía doppler-color se identifican las venas afectadas y mediante la terapia fotodinámica se eliminan, sin necesidad de hospitalización. Por su parte, la "esclerosis", se logra inyectando un líquido en la vena, para eliminar arañas vasculares y várices. El otro recurso es la cirugía.

Si no se las trata, las complicaciones pueden ser varias, como la trombosis venosa, úlcera, insuficiencia venosa crónica que se acompaña de dermopatías, infecciones como erisipela, induración de los tejidos blandos, etcétera.

El médico flebólogo cuenta hoy con un importante arsenal terapéutico para dar respuesta a las diversas patologías brindando respuestas tanto a fenómenos estéticos como de calidad de vida de los pacientes. Cada caso es particular, por eso se aconseja la visita al médico, que es quién aconsejará cómo tratarlo.

DURANTE EL EMBARAZO

"Siempre existe la predisposición hereditaria, pero durante el embarazo, el aumento de la progesterona, la compresión del útero sobre la vena cava inferior impidiendo el normal retorno venoso de las piernas, y el aumento de peso, conspiran contra la salud venosa de los miembros inferiores", explica Garbarz, quien tambié es miembro titular de la Sociedad Panamericana de Flebología y Linfología.

"Las várices que aparecen durante el embarazo son más benignas e inclusive el 50% desaparece luego del parto. Durante esos nueve meses; sólo se pueden tratar con medias especiales, productos tópicos y drenaje linfo-venoso", agrega el especialista.