Dejarse de hinchar

Escribir es un ejercicio. Líneas como series. Palabras como repeticiones. Teclear al fallo hasta que los dedos y la mente y el teclado digan basta, y entonces sí, pausa de reloj, pero también de cabeza y de corazón. Así, hasta que las palabras se acomoden y se recuperen y entonces otra vez a escribir. Todo es un ejercicio. La lectura que usted realiza en este momento lo es. Aquí el cerebro manda. Y el corazón se queda en las tinieblas de la carne: latiendo y trabajando y creciendo cada vez más pero también cada vez más duro. Y no hace mucho tomó fuerza en los medios una investigación en la cual se derriba el mito de que usamos sólo el 10% de nuestro cerebro. Ahora puede que usemos hasta el 100%. O sea, la trampita ésa de que usábamos sólo el diez la habrían urdido nuestros mismos cerebros para seguir dominándonos con el otro 90%. Pero ahora no sabemos. Y mens no tan sana in corpore muy sano. El cerebro contando las repeticiones y mandándonos a hacer dominadas para dominarnos. O mandándonos a escribir notas sobre el cuerpo y los músculos pero no sobre el cerebro. El manda. Yo escribo. Usted lee. Y a veces manda demás. Se zarpa el cerebro. Y la calentura de los músculos activándose es también su calentura. Y entonces todo activa. Y quiere más. Más. Y ordena y pide y sus deseos son órdenes señor desconocido de traje gris. Es que siempre se puede un poco más, nos contesta él mismo. Y entonces levantamos nuestros propios pesos y hasta el doble o el triple de lo que somos. Y corremos hasta donde nunca imaginamos que correríamos pero siempre hay un más allá que está más acá. Y cuando llegamos al límite que había en el horizonte de nuestras metas, después resulta que hay otro límite, uno igual de lejano, y hacia allí vamos buscando perfecciones imperfectas, músculos que siempre nos quedan chicos, piernas torneadas que podrían estar aún más torneadas. Superación y superacción. Y no paramos. Y siempre más. Y ahora mis dedos ejercitándose. No pueden parar de escribir. Mis dedos con sus músculos y tendones. Ejercicio de gimnasia letrística.

Y pausa.

Minuto. Que mis pulsaciones bajen. Que el tiempo se alargue entre latido y latido.

Y escribo la palabra tiempo y recuerdo lo leído en un diario hace poco. Y se me crispan los músculos de sólo pensar. Niño rumano se entrena desde la edad de dos años. Ahora tiene cinco. Sí. Se llama Giuliano Stroe y tiene el récord Guinness como el niño más fuerte de la historia. Vean la foto en esta nota y saquen sus conclusiones. Y en las antípodas de Stroe está Jack La Lanne: el viejo que salía vendiendo máquinas de hacer jugos en los infomerciales. Un emblema de la cultura física que murió en enero pasado a la edad de 96 años. Hasta el último día de su vida se dedicó a hinchar sus músculos y a nadar y a correr.

Seguro que hoy no descansa en paz. Su espíritu, donde quiere que esté, debe estar ejercitándose.

Pero a esta historia le falta el peso de las voces. Entonces carguemos la barra, acostémonos en el banco plano, levantemos testimonios.

SERIE 1

Gabriel Tarducci es magister en Actividad Física y Salud. Trabaja en la en la Universidad Nacional de La Plata en el PROPIA (Programa de Prevención del Infarto en la Argentina), y en el Departamento de Educación Física para la Salud. Y nos dice que "el problema real y grave de la actividad física, no es el exceso de actividad física sino la carencia. El 80% de los argentinos son sedentarios. Del 20% de la población que hace actividad física hay un porcentaje mínimo que tiene un riesgo de exceso de sobrecarga o sobreuso. Y entonces lo que ocurre cuando alguien se excede con la actividad física es que en lo inmediato se arriesga a lesiones osteoarticulares, que son las más comunes. Y lo otro que ocurre, es que se puede entrar en una carencia de nutrientes, porque en calorías se consume más en el ejercicio de lo que se ingiere en todo el día, y entonces se puede perder peso en los primeros días pero después se pone en riesgo la salud y el desarrollo, y hasta la vida".

Y por qué todo esto.

"La causa de que la gente caiga en esta desesperación por obtener resultados o la sobreexigencia es el valor que le damos hoy al físico, a la imagen. Además hoy la sociedad nos impone que la competitividad es un valor positivo. Que una persona se muera, haciendo actividad física, no quiere decir que la mate la actividad física. Hay que dejar las cosas claras".

Hasta dónde llega la responsabilidad de los gimnasios.

"Los gimnasios deben controlar. Lo que ocurra dentro de los gimnasios, es responsabilidad exclusiva del que está a cargo dentro del gimnasio. Cuando alguien dirige una actividad física, ya sea en un gimnasio o en el patio de una escuela o donde sea, es responsable por el otro. Ahora bien, hasta dónde llega legalmente la culpa. Se tiene que demostrar ante la Justicia que no hubo ni impericia ni imprudencia. Impericia es cuando te hacen hacer algo malo para tu salud, por ejemplo, te fracturás una vértebra por una indicación errónea. Imprudencia, es cuando yo no preví que podía ocurrir un accidente y ocurrió".

SERIE 2

Está haciendo dorsales antes de hablar conmigo. Su espalda y su tronco. Sus brazos estirados. Un triángulo de fuerza. José Garabelli tiene 33. La edad de Cristo. Un Cristo de hombros anchos y brazos grandes y abdominales marcados.

Pero desde hace cuánto.

"Entreno hace más o menos ocho años y de lunes a vieres sin falta. Tengo un receso de vacaciones de 15 días donde no hago nada. Nunca tomé nada, salvo ganadores de peso. Ahora estoy levantando 140 kilos de pecho, pero antes levantaba 170".

Casi dos veces vos. Y cómo son tus días acá.

"Yo hago todo lo que es hipertrofia, y trabajo dos grupos musculares por día, pecho-bíceps, espalda-tríceps, hombros-piernas. Aeróbico hago muy poco. La rutina me las arman los profesores. Antes me la armaba yo, pero ahora me la arman los profes".

Por qué el antes. ¿Te pasabas en el pasado?

"Sí. Me ha pasado de mirarme en el espejo y verme chico. Y estaba mucho más grande que ahora inclusive pero me veía chico. Y ahí fue cuando paré un poco la máquina y me miré de vuelta al espejo y me dije que no, que era una cosa mía. Saqué la pata del acelerador porque me estaba matando. Venía todos los días y hasta los sábados. De lunes a viernes y hacía doble turno a la mañana y a la noche. Me agarraron varias tendinitis y hasta iba infiltrado al gimnasio. Ahora trato de no sobrecargarme. De estar más tranquilo".

Y ya es tiempo. Vuelve a otra serie de dorsales.

SERIE 3

Héctor y Fernando son profesores en un gimnasio céntrico. Trabajan con los cuerpos de otros. Lo primero que les pregunto es sobre los tiempos de los gimnasios.

"A principio de año todos vuelven de las vacaciones, hay una caída antes de las vacaciones de invierno, y después de éstas, a partir de la primavera, caen todos desesperados porque se les acercan las vacaciones. La gente que toma la última parte del año para llegar al verano viene con el apuro de hacer todo lo que no hizo antes, y lo quieren hacer en un tiempo muy cortito".

Y hasta los tienen que frenar me imagino.

"Sí, sí. A veces a la gente que viene le tenemos que estar poniendo el freno porque lo que hacen no es para nada sano. Vienen muchas horas y hacen muchos ejercicios. Como profesores, nosotros no compartimos aquellos entrenamientos llevados a un extremo. Por eso lo ideal es realizar estudios y análisis antes de empezar la actividad, pero hoy se sabe que en ningún gimnasio se pide eso".

SERIE 4

Pablo Lofeudo es presidente de la Cámara Platense de Gimnasios y Afines. Le pido que ponga su voz y que cuente lo que hacen desde la cámara para enfrentar esta problemática. Si es que hay problemática, claro está.

"Desde la cámara apuntamos a que nuestra área esté de acuerdo a las normativas existentes. Desde un primer momento, profesionalismo y salud van por el mismo sendero. Realizamos seminarios para el perfeccionamiento de nuestros profesionales y la Ciudad en su conjunto, así como también asesoramiento sobre todas las problemáticas existentes en el rubro".

Y una de estas problemáticas es la Salud. ¿Han implementado controles?

"La Cámara ha impuesto a los gimnasios de la región la utilización de la ficha de salud, la cual está enmarcada con las exigencias que se requieren para promover la salud y el cuidado de la misma. Esta fue consensuada con los organismos pertinentes y es única para los gimnasios que están dentro de la Cámara. Los miembros de la Cámara tenemos objetivos presentes y a futuro como el mejoramiento y la jerarquización de nuestros gimnasios, profesionales y, por sobre todo, nuestros socios que concurren día a día para promover en aquellas personas sedentarias los valores y beneficios de la actividad física para el mejoramiento de la salud.