Ahora, ganar

    "Gimnasia jugó de igual a igual y en el trámite general, Gimnasia manejó más el juego", dijo Ángel Cappa en camarines. La frase deja mucha tela para cortar, mucho análisis que llevar adelante.
     Salvo en los primeros quince minutos, Gimnasia no fue el equipo que debe ser. En ese inicio del partido, tuvo sus marcas registradas de esta etapa: posesión de pelota y falta de profundidad. Cuando Ortigoza hizo pie en el centro del campo, cambió el partido. Complicó la velocidad de Salgueiro y Menseguez, a Rieloff marcar a Romagnoli le costó más que cruzar la cordillera, aparecieron los espacios tremendos a espaldas de los mediocampistas y Gimnasia sufrió el partido.
     "Gimnasia nunca cambió su identidad. Hay que acostumbrarse a cambiar golpe por golpe. Me voy conforme por la manera en que jugó Gimnasia, de igual a igual ante un rival de mucha jerarquía. Durante el transcurso del partido Gimnasia manejó más la pelota que ellos y eso es bueno. El empate sirve para demostrar que el equipo tiene entidad y tiene juego". La frase de Cappa encierra algunas verdades: Gimnasia siempre intentó jugar, aún 1-0 abajo; mostró pinceladas de identidad, sabe lo que quiere y el punto -como punto de partida- le sirve.
     Sin embargo, es inexacto que Gimnasia haya manejado más la pelota que San Lorenzo. No lo hizo en la media hora final del primer tiempo. Si, por momentos, en la segunda etapa, cuando los del pelado Díaz confiaron en la ventaja parcial y apostaron a la contra. Por suerte, entre el gran nivel de Gastón Sessa y el palo que le dijo no al paraguayo Velázquez, el equipo de Cappa siempre estuvo en partido.
     Podio para Guillermo, Sessa y Fito Rinaudo, este último en un enorme duelo de estilos y virtudes con Ortigoza. Los problemas de Gimnasia estuvieron en la mitad de la cancha, donde Fito pudo solo. En deuda varios, con César González a la cabeza. Neira intentó todo y le salió poco. Luciano Aued también debe dar más. Y Germán Pacheco es un capítulo extra: no siente ser el 9 de un equipo. Es buen jugador el pibe, tal vez más cómodo jugando de Neira o de Guillermo que con la obligación de aportar goles.
     Gimnasia puede. Ángel Cappa ya lo sabe, por más que en cualquier momento este equipo gana o pierde 4 a 0. Hay una identidad trabajada, necesita que las individualidades potencien al equipo. Y ganar, que en esta instancia está por encima de todo.