Técnica de la UNLP para la remoción de arsénico del agua

Es de bajo costo y busca alcanzar los niveles exigidos por la Organización Mundial de la Salud

Investigadores de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP) trabajan en el desarrollo de un método para remover el arsénico que se encuentra en las aguas naturales y alcanzar los niveles exigidos por la Organización Mundial de la Salud (OMS). La técnica se basa en el empleo de hierro metálico (Hierro Cero-Valente) y tiene como objetivo eliminar el arsénico debido a que el consumo prolongado del contaminante en concentraciones por encima de las 10 partes por billón (ppb) resulta perjudicial para la salud.

La presencia de arsénico en aguas subterráneas se debe a procesos geológicos naturales y varía según la ubicación geográfica. Argentina es uno de los países en el mundo afectados por esta problemática y en ciertas regiones de nuestro país puede provocar una enfermedad identificada desde principios del siglo XX, como HACRE (Hidroarsenicismo Crónico Regional Endémico), que se caracteriza por la aparición de numerosas lesiones y tumores en la piel.

Según investigaciones del CONICET, en la provincia de Buenos Aires, los partidos de Tandil, Balcarce, Olavarría, Tapalqué, Gral. Alvear, Bolívar, Daireaux, Gral. La Madrid, Cnel. Suárez, Saavedra, Tornquist, al igual que toda la región que coincide con las dunas que bordean la Costa Atlántica Bonaerense, son los únicos que cuentan con agua apta para consumo humano; en el resto hay presencia de arsénico en distintas concentraciones.

20 POR CIENTO

Según los datos, sólo el 20% del territorio bonaerense cuenta con aguas subterráneas aptas para el consumo.

El trabajo de investigación fue desarrollado por un equipo de docentes y alumnos del Laboratorio de Ingeniería Sanitaria perteneciente a la Facultad de Ingeniería de la UNLP. A diferencia de otros métodos de remoción de arsénico de las aguas, esta técnica logra remover el elemento químico presente en acuíferos naturales y transformar el agua en apta para consumo humano y tiene la ventaja de ser "sencilla y de bajo costo", explicó el bioquímico Fernando García Einschlag, director del proyecto.

Los expertos explicaron que el arsénico tiene mucha afinidad por los óxidos de hierro y éste es uno de los elementos más abundantes en la corteza terrestre. Concretamente la técnica del "Hierro Cero-Valente" consiste en promover el contacto del agua contaminada con hierro metálico. Como el agua tiene oxigeno disuelto, el hierro se oxida rápidamente dando lugar a la formación de partículas de óxidos de hierro que capturan el arsénico. Luego por procesos de decantación y filtración, las partículas de óxido generadas son separadas y el agua tratada queda apta para consumo humano, con un nivel de arsénico por debajo de 10 partes por billón (ppb), tal como lo establece la OMS.

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