La secuencia de un golpe sorpresivo

*.- El jueves pasado, minutos antes de las 11 de la noche, el playero de la estación de servicio de 19 y 520 atendió a un motociclista y, cuando se dirigía a su oficina a la espera del arribo de un nuevo cliente, nunca imaginó que por sus espaldas iba a aparecer un delincuente armado.

*.- El joven ladrón, que sería menor de edad, tomó por el cuello al empleado, desenfundó un arma de grueso calibre y se la apoyó en la sien, con la intención de hacerle conocer las razones de su presencia en el lugar y que estaba dispuesto a todo.

*.- A los empujones, se llevó a la víctima hasta su despacho, donde tomó la plata que había recaudado y después se dio a la fuga a la carrera. El playero, más allá del gran susto que se llevó, resultó ileso. En ese lugar ya habían robado el 16 de enero último.

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