Acertar con el color

Con la edad, el cabello se oscurece, pero nunca debe ser un bloque de color, tiene que dominar un multitono con reflejos cálidos y muy naturales

Muchas mujeres se tiñen por la imperiosa necesidad de tapar las canas, otras con el objetivo de dulcificar su rostro y muchas por sentirse más atractivas e incluso mucho más sensuales, necesidades que implican acertar con el color.

"La melena no debe ser un bloque de color, sino un multitono que recree reflejos cálidos y dulces en el rostro", explica el estilista Michel Meyer, que asegura que "hoy en día el color rubio está perdiendo cuota de mercado".

El color del cabello va cambiando con el paso del tiempo. En la pubertad se oscurece y entre los 25 y 30 años alcanza todo su esplendor. A partir de ese momento, nacen las primeras canas y es cuando la mujer decide ponerse en manos de un experto para que la asesore en el color, de tal modo que plasme su personalidad y el cambio de "look" sea un éxito.

Está claro que el color da vida al cabello y aporta luz, pero cambiar de tono de pelo implica ir despacio, con gran discreción para que el cambio sea un éxito. La mayoría de coloristas estudian las facciones y el tono de piel para evitar equivocaciones. "También se debe tener en cuenta el color de los ojos y la armonía de los rasgos", puntualiza Meyer.

LAS MECHAS, LUZ EN EL ROSTRO

Las mechas, además de divertidas y traviesas, siempre resultan favorecedoras y atractivas, más aún cuando se fusionan con el tono del cabello. "A medida que la mujer madura, el tono del cabello debe aclararse", explican los expertos.

Una de las propuestas es dar vida al cabello con varios tipos de toques de luz o mechas en colores vibrantes, sobre todo en tonalidades rojizas, que además vienen en una interminable paleta de colores. Las combinaciones y los tonos rojos disponibles son innumerables, por lo que podrás encontrar el ideal de acuerdo con tu estilo y tono de piel.

Las más atrevidas pueden romper con la monotonía del cabello con mechas en tono cobre, negro o púrpura, así como realizar un barrido en las puntas del cabello, como tan bien luce en la actualidad la actriz mexicana Salma Hayek.

Mientras que a las morenas les quedan muy bien los toques de luz entreverados con mechones marrones claros y tonos miel, a las rubias les favorecen los matices dorados y los destellos en color caramelo.

Si el cabello es marrón, un buen colorista apostará por tres tonos más claros que la base y reflejos, además de un baño de brillo. Los cabellos negros pueden jugar con mechas marrón claro y los pelirrojos con reflejos caoba y marrones.

Saber elegir

El cabello rubio resulta tremendamente atractivo y sexy y despierta admiración para muchos hombres. El dorado realza el bronceado, ilumina la cara y aporta un estilo muy glamoroso, además de distraer las imperfecciones del rostro y las orejas. Aunque suele rejuvenecer, algunos rubios oxigenados resultan vulgares y suman años.

El pelo moreno otorga seriedad, profesionalidad, dinamismo y fuerza. Una de las desventajas es que acentúa las sombras y las arrugas y con el sol puede volverse rojizo.

Original es el adjetivo que mejor encaja en las melenas pelirrojas. Los naturales resultan muy favorecedores, pero los artificiales pueden proporcionar un aspecto vulgar.

Las canas y los tonos grises cada vez están más presentes en las mujeres, prueba de ello son los cabellos tan "cool" de Helen Mirren o Daphne Guiness. "Las mujeres que descubren sus canas son muy valientes y no por ello descuidan su imagen, al contrario, suelen mimar el cabello y lucir un maquillaje atractivo".

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