El día que la Policía volvió a la Legislatura pero no actuó

“Manden ya un grupo de policías con palos, que armen una fila de contención”. A través de su teléfono celular, a los gritos, el senador de La Cámpora Santiago Carreras pidió asistencia de la Bonaerense cuando una columna de cerca de 500 manifestantes del campo había llegado a la Legislatura y un grupo había vencido una puerta de la reja ubicada sobre la calle 8 y buscaba entrar al Senado, donde se trataba la reforma impositiva.

A los pocos minutos, un grupo de efectivos de la Policía y de Infantería respondió al llamado y se ubicó en el pasadizo entre los jardines y el playón de estacionamiento, donde los ruralistas habían sido contenidos con mucho esfuerzo por empleados del Senado, a los que luego se sumaron militantes de La Cámpora.

Luego la policía se instaló en el estacionamiento y ya no se acercó más a los manifestantes, que fueron desalojados al final por La Cámpora.

Pero el pedido de Carreras y de otros legisladores que se comunicaron con el ministro de Seguridad Ricardo Casal marcó el retorno de la Policía a la Legislatura luego de que en diciembre del año pasado el vicegobernador Gabriel Mariotto y el presidente de la Cámara de Diputados Horacio González decidieran retirar la custodia de la Bonaerense.

El retiro de la policía de la Legislatura fue ordenado por Mariotto luego de los violentos choques que protagonizaron militantes de La Cámpora y efectivos de Infantería en el acto de asunción del gobernador Daniel Scioli.

Por esos incidentes, que dejaron tres heridos en las filas de la agrupación kirchnerista, fueron desafectados seis agentes de ese cuerpo.

Ayer Mariotto justificó esa ausencia de personal de la Bonaerense. “Por supuesto no teníamos personal policial, sino que teníamos a la seguridad del Senado, que fuer desbordada y por eso se llamó a la guardia de Infantería para que acuda sin armas”, argumentó.

Las noticias locales nunca fueron tan importantes
SUSCRIBITE