Trágico doble atentado en la capital de Siria: 55 muertos

Los coches bomba estallaron en una autopista en hora pico, y causaron graves daños a un edificio del gobierno

DAMASCO.- Dos atacantes suicidas detonaron ayer sendos coches bomba frente a un edificio de la inteligencia militar siria en Damasco, y al menos 55 personas murieron en los ataques, los más letales contra un objetivo del gobierno desde que comenzó la revuelta opositora, hace 14 meses. Los atentados, extensamente condenados por la comunidad internacional, alimentaron los temores a una creciente presencia de islamistas radicales entre los sectores que buscan derrocar al presidente Bashar Assad y dieron un nuevo golpe a los esfuerzos de la ONU por poner fin al sangriento conflicto.

El primer coche bomba explotó en una autopista de seis carriles durante la hora de mayor tránsito de la mañana, derribó una pared de seguridad que protegía al edificio gubernamental. El segundo estallido, mucho mayor al primero, ocurrió a los pocos minutos, provocó el incendio de decenas de autos y elevó al cielo un enorme nube de humo con forma de hongo que se veía desde distintos puntos de la capital.

La televisión estatal aseguró que "los terroristas" fueron los responsables de los ataques en una avenida de gran circulación, "en momentos en que las personas se dirigían a sus trabajos y los chicos a la escuela". El canal mostró imágenes de cuerpos destrozados mezclados con autos destruidos y escombros de edificios parcialmente dañados. Las explosiones produjeron un cráter de tres metros de profundidad y dos grandes y espesas columnas de humo.

Poco después cientos de personas acudieron al lugar y condenaron los atentados calificándolos de criminales, bárbaros, y culpando a Estados Unidos y Al Qaida, entre otros, de estar detrás de los hechos. Según datos del Ministerio del Interior, al menos 55 personas murieron y 372 resultaron heridas, y también que hallaron 15 restos humanos en las proximidades del lugar de las explosiones, aunque no quedó claro a cuántas personas más podrían corresponder. En un comunicado, la cartera agregó que los dos ataques fueron cometidos por dos suicidas que detonaron dos coches bomba cargados con más de 1.000 kilos de explosivos.

ACUSACIONES CRUZADAS

Tanto el gobierno como la oposición se acusan de haber perpetrado los atentados con explosivos. El gobierno culpó a "terroristas", refiriéndose a la oposición al presidente Assad, cuyo partido está en el poder desde 1963. A su vez, el Consejo Nacional Sirio (CNS), principal coalición de oposición, responsabilizó al gobierno de haber consumado los ataques con el objetivo de generar temor entre los observadores internacionales y respaldar la versión del gobierno de que Al Qaida está detrás de la insurgencia contraria a Assad.

Los atentados constituyeron un nuevo golpe a un plan de paz para Siria elaborado por el enviado de la ONU, Kofi Annan, que comenzó a aplicarse el mes pasado con la entrada en vigor de una tregua entre gobierno y los grupos armados de la oposición que, sin embargo, no logró detener el derramamiento de sangre. Unos 50 observadores de la ONU están presentes en Siria para supervisar el cumplimiento del alto el fuego.

Annan condenó los ataques "aborrecibles" y urgió a todas las partes a detener la violencia y proteger a los civiles. El ataque de ayer fue el quinto de su tipo en la capital desde diciembre de 2011, cuando un coche bomba mató a 44 personas al estallar frente a un complejo de la inteligencia siria. El 6 de enero, otra explosión en Damasco mató a 25 personas. Dos coches bomba más dejaron 27 muertos el 17 de marzo, también cerca de edificios de seguridad e inteligencia. El 27 de abril pasado, otro ataque suicida en Damasco dejó diez muertos cerca de una mezquita.

BALANCE

La ONU estima que más de 9.000 personas murieron desde marzo de 2011, cuando estalló la revuelta en Siria y la subsiguiente represión de las fuerzas de seguridad.

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