Un sensible relato sobre migraciones e identidades

Surgidas de la televisión, las hermanas Marull encabezan la auspiciosa pieza teatral, "Vuelve"

Paula Marull es autora y directora de "Vuelve", un delicado texto sobre las migraciones internas hacia las grandes ciudades que protagoniza su hermana melliza María Marull en el porteño El Kafka Espacio Teatral.

Las hermanas Marull llegaron desde su Rosario natal y con pequeñas diferencias se pusieron a estudiar en serio las disciplinas del teatro, no confiaron sólo en el atractivo físico, que ciertamente poseen, sino que optaron por la inteligencia.

Tuvieron varios maestros -Raúl Serrano, Mauricio Kartún, Julio Chávez- y junto a sus actividades en TV con "Mamás al ataque" (Utilísima) en 2010 convergieron en "Proyecto vestuario: mujeres", de Javier Daulte, en cuya versión varonil estaba Juan Grandinetti.

El trío se reúne en "Vuelve", donde una chica (María Marull) llegada desde Chañar Ladeado, provincia de Santa Fe, recibe a su hermano menor (Grandinetti) en su departamento porteño, desde el que intenta abrirse paso en lo laboral.

Allí aparece una amiga (Melisa Freund) y su sinuoso acompañante marplatense (Federico Buso), mientras el chico -tímido, empapado de cultura pueblerina- entabla amistad con una paseadora de perros (Flor Braier) y esas relaciones dispararán diversas situaciones.

La chica, entusiasmada por su amiga y el poco confiable marplatense, parte hacia la Costa para un indefinido "evento" donde podrá ganar algún dinero, pero la incursión será muy distinta de la imaginada.

En paralelo, su tierno hermanito traerá al departamento a la paseadora, una chica con varios y desconcertantes perfiles -avanzadora, ladrona, experimentada- que será una pieza clave en la solución de algún grave entuerto.

La mayor virtud de la pieza es la naturalidad con que fluye la acción, con el impecable vínculo entre la muchacha y su hermano, con diálogos que deben envidiar muchos escribientes y con una contundencia dramática que no pasa por los excesos.

Hay una impronta casi neorrealista en las situaciones y en el habla, reforzada por la lejanía del pueblo que los acunó -a la que el chico adhiere y ella rechaza en su afán de integración- y la difícil inserción del migrante en una ciudad desconocida.

Eso se refuerza a través de diferencias de lenguaje -"nosotros no decimos bife, decimos costeleta", argumenta el chico, quien refiere constantemente a personajes familiares- y a la sesgada subestimación de los personajes asumidos como porteños.

"Vuelve" se ofrece en la sala Lambaré 866, los viernes, a las 23.45.

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