Saldrán a entubar zanjas con un invento ecológico de Ingeniería

Es una máquina que convierte neumáticos radiales usados en conductos para canalizar el agua

En la facultad de Ingeniería crearon una máquina que podría significar el fin de las zanjas abiertas y un arma para combatir sus peligrosas consecuencias para la salud de la población, como el dengue y los miles de agentes patógenos que las habitan. Se trata de un aparato sencillo, que fabrica conductos para canalizar el agua estancada a partir del reciclado de cubiertas de automóvil que ya cumplieron su ciclo de vida, por lo cual reciben el nombre de ecoductos. El proyecto de extensión conjuga, de este modo, un sistema para dar respuesta a obras de servicios básicos, a problemas sanitarios y medioambientales, a la vez que generaría mano de obra. Es por ello que el ministerio de Infraestructura de la Provincia ya firmó un convenio con la unidad académica por el cual financió la instrumentación de la iniciativa.

A horas de realizar una prueba piloto en una zona del predio de la faculta d que se inunda en forma constante, el director del proyecto, el ingeniero aeronáutico Andrés Martínez del Pezzo, comenta otra de las ventajas del emprendimiento. “El 90% de las cubiertas de desecho son radiales, y sólo se recicla el 10%. Para fabricar los ecoductos se requerirá un volumen muy importante, ya que para hacer 30 metros se necesitan 200 neumáticos”, detalló.

En el edificio del Gema (Grupo de Ensayos Mecánicos Aplicados) de Ingeniería, el becario Francisco Porritiello remarca que “no hay que olvidar el valor agregado que estos proyectos tienen para los alumnos, quienes podemos ir ganando experiencia a partir de aplicaciones concretas; bajar los contenidos académicos a la solución de problemas de la comunidad. Es decir, hacer ingeniería aplicada”, sintetizó.

RAPIDO Y ECONOMICO

Antes de traer el prototipo de la máquina y mostrar cómo se fabrica un ecoducto, Martínez del Pezzo hace notar que “la idea, a mediano plazo, es que el producto sea comercialmente competitivo”, indicó, para subrayar que “un metro de caño de PVC está en el orden de los 60 pesos, mien- tras que un metro de un conducto elaborado en base a cubiertas costaría la mitad. Pero con un valor añadido, como es la generación de mano de obra”.

De la fabricación de los ecoductos, así como de conseguir las numerosas cubiertas que se necesitarán, se encargarán -convenio con la cartera de Infraestructura mediante- las cooperativas de trabajo.

EL PROCESO

El 10% de cubiertas radiales que se recicla se utiliza como “migas de caucho para césped sintético, suelas de zapatos, combustible para cementeras y cerámicas para jardines de infantes. Para todo ello es preciso quitarles los cables de acero a las ruedas, lo que implica contar con una infraestructura importante para llevar adelante el costoso proceso”, dicen en el Gema, y realzan que para fabricar los ecoductos no es necesario sacar esos cables.

El alumno Porritiello coloca en la máquina cuatro cubiertas radiales. “El sistema funciona por presión. Las comprime hasta que sus bordes quedan herméticamente sellados e impiden que se filtre líquido. Entran unas 4 ó 5 por vez”, dice. “Si el prototipo funciona -algo de lo que no dudan- la idea es construir una grande, para que los cooperativistas puedan fabricar tramos más extensos de ecoductos”, apunta Martínez del Pezzo, y dice que “este sistema se usa en Brasil, pero de un modo más artesanal. Aquí trabajamos para lograr un proceso limpio, con pérdidas ínfimas”.

Así y todo, a cada tramo se lo fija con un vínculo metálico y, además, se lo envuelve con un film plástico al que se le deja una solapa para empalmar el siguiente. “La prueba más importante que queda por realizar es estudiar la carga que deberá soportar el ecoducto, entre la tierra que lo cubra y, por ejemplo, un auto que entre o salga de un garage”, especificaron.

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