A los 97 eligió volver a decir “presente”

Coqueteando ya con la centuria, Delfina Barranco, se levantó ayer a las 9 con el entusiasmo de ir a votar para cumplir una vez más con su deber cívico. “En mi familia se votó siempre y yo no recuerdo que haya dejado de participar en alguna de las elecciones”, contó con lucidez esta vecina de El Dique que el 26 de noviembre cumplirá 98 años.

En su Libreta Cívica decenas de sellos en las páginas de constancia electoral son testimonio del espíritu demócrata de Delfina. Uno de los más antiguos parece consignar el año 1955, cuando se eligieron representantes legislativos. También se observa otro con fecha del 27 de marzo de 1960, período en el que el Partido Justicialista, al que siempre adhirieron ella y su familia, estaba proscrito.

“No recuerdo cuántas veces voté en mi vida y en algunas ocasiones modifiqué mi voto, pero nunca falté a las urnas”, agregó la longeva que nació en La Plata en 1915, cuando la mujer todavía no había conquistado el derecho a elegir a sus representantes.

“Mi tía es una persona interesada por la actualidad y hasta debatimos para saber a quién votar porque no siempre votamos las boletas completas”, señaló Carlos Barranco, el sobrino que ayer la llevó a votar.

“Si vos me llevás, yo voy a votar”, fue lo que le dijo Delfina a su sobrino. Poco después de las 10, ingresó a paso lento y agarrada del brazo de Carlos, a la Escuela 5 de Ensenada, ubicada en 126 y 46. Se sentó hasta que le llegó el turno de ingresar al cuarto oscuro, le pidió a su sobrino que la acompañara y, al cabo de unos minutos, salió con el rostro iluminado y el sobre que pausadamente colocó en la urna. Un cerrado aplauso la sorprendió y ella aseguró: “mientras tenga salud, voy a seguir votando”.

Con el mismo espíritu cívico que Delfina, Eduardo Giannattasio (83), Raúl Bachieza (79) y Catalina Arbona de Alaimo (93) se contaron ayer en la larga lista de mayores que, sin tener obligación de hacerlo, siguen eligiendo votar.

Las noticias locales nunca fueron tan importantes
SUSCRIBITE