“Se abre una situación muy delicada para el país”

ROMA.- El líder de la coalición de centroizquierda Pier Luigi Bersani, admitió ayer que tras las elecciones generales italianas “se abre una situación muy delicada” para el país, y manifestó que su formación gestionará “la responsabilidad” conferida por las urnas “en pos del interés de Italia”.

Los resultados dan a la alianza de Bersani una ventaja de menos de un punto porcentual en la cámara baja. Si se confirma este dato, tendría suficientes votos como para controlar la cámara porque las leyes electorales garantizan una mayoría del 54% al partido más votado.

La situación es distinta en el Senado. La última proyección del diario La Repubblica mostraba al bloque del magnate de centroderecha Silvio Berlusconi con 114 escaños, a la centroizquierda con 113 y al cómico genovés antisistema Beppe Grillo con 58, mientras que el saliente premier Mario Monti se quedaría con apenas 16 tras una campaña fallida que nunca llegó a despegar. La mayoría en el Senado se alcanza con 158 legisladores.

Berlusconi, un maestro de la comunicación y la política, sedujo a los votantes con repetidas apariciones televisivas y promesas de devolver un odiado impuesto a la primera vivienda, pese a las críticas de sus oponentes de que ésa es una promesa electoral imposible de cumplir. Grillo atacó a todos en la campaña y descartó una alianza formal con cualquier grupo.

La desabrida campaña, centrada en asuntos económicos, hizo que algunos inversores temieran el regreso de una crisis de deuda como la que llevó a la eurozona al borde del abismo y puso al timón del gobierno al tecnócrata Monti, reemplazando a Berlusconi, en 2011. Los resultados evidencian que más de la mitad de los italianos han votado por las plataformas antieuro de Berlusconi y Grillo. Este escenario político donde nadie tiene una mayoría contundente y donde hay posibilidades casi nulas de formar alianzas, podría hacer a Italia ingobernable y forzar nuevas elecciones.