Preguntó qué número salió en la Quiniela y después sacó un arma

Fue en un local de 10 y 36. Un delincuente amenazó a la joven que atendía y escapó con la recaudación

LA AGENCIA DE LOTERÍAS DE 10 Y 36, DONDE SE COMETIÓ EL ASALTO

Hace ocho años que trabaja como empleada en una agencia de loterías del barrio norte platense. Por eso, apenas vio entrar en el local al hombre que luego iba a asaltarla, la joven intuyó lo que estaba a punto de suceder.

“Es que ya conozco bien a la gente que viene a la agencia o la que se mueve por esta zona. Y este flaco no daba para nada con alguien que viva por acá”, explicó más tarde a EL DIA Nadia (28), la joven que padeció ese angustiante momento.

Sobre cómo se desarrolló este nuevo caso de inseguridad, que tuvo como escenario a la agencia de loterías que funciona en la esquina de 10 y 36, la empleada contó que se inició a las 16.30 cuando el ladrón arribó al lugar a bordo de una moto.

El asaltante la amenazó con un arma de fuego durante los casi cinco minutos que estuvo en ese comercio.

“Me tiemblan las manos”, admitió Nadia, sin ocultar el nerviosismo que aún sentía tras el dramático momento que vivió. “Cuando el ladrón se fue me largué a llorar. Y así me encontró la Policía cuando vino más tarde”, contó.

A pesar de los nervios, relató a este medio la secuencia del hecho.

Y aseguró en tal sentido que “apenas entró me consultó primero sobre qué número había salido a la quiniela en una de las loterías el día anterior”.

De inmediato consignó que “le indiqué el sector del local donde podía ver esa información y ahí nomás sacó un revólver”.

“Ya para esto en mi caso estaba hablando por celular con un vecino y me sorprendió que no me haya obligado a cortar la comunicación y que tampoco me robara el teléfono”, señaló.

HUYO EN UNA MOTO

En cambio, Nadia refirió que “me obligó a entregarle la recaudación del negocio”.

Una fuente policial aseguró que el asaltante “se llevó algo más de 500 pesos”.

Una vez con el botín en su poder, el sujeto se alejó de allí velozmente en una moto negra.

La joven se mostró también asombrada porque el autor del ilícito “vino en un horario de bastante movimiento en el barrio y pareció no importarle que pudieran ver lo que hacía”.

Algunos testigos precisaron que el delincuente “era flaco, no muy alto y con el pelo rubio teñido. Vestía un buzo rojo y cuando salió de la agencia agarró para el lado del hospital Español”.

Por último, Nadia aludió a que “el local hace entre 10 y 11 años que está. Ya nos asaltaron dos veces y en la anterior, el 12 de octubre de 2010, también atendía yo”.

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