Según pericias, a Solange la decapitaron aún con vida
| 3 de Abril de 2013 | 00:00

Solange Aguirre, la joven de la localidad bonaerense de Benavídez que apareció asesinada y enterrada en una isla de Entre Ríos en septiembre pasado, fue mutilada y decapitada cuando aún estaba con vida, según determinó un estudio complementario a la autopsia.
Fuentes de la investigación informaron ayer que a partir de este peritaje, el fiscal Sebastián Fitipaldi, analiza solicitar el cambio de carátula por una más grave para el único detenido y confeso asesino, Alejandro Francisco Reynoso (40), y que su hijo Sergio Reynoso (19), quien en su momento fue liberado, sea imputado nuevamente como partícipe del crimen.
Los voceros explicaron que los estudios histopatológicos realizados sobre algunos tejidos del cuello y otras heridas que presentaba el cadáver, determinaron que hubo irrigación sanguínea al momento en el que a Solange le rebanaron las yemas de los dedos y los tatuajes y luego la decapitaron.
“Esto demuestra que Solange sangró y por lo tanto aún estaba con vida, cuando el asesino la llevó a la isla de Entre Ríos donde le mutiló y luego la decapitó de una manera salvaje”, dijo el abogado que representa a la familia de la víctima.
El letrado explicó que “estas conclusiones forenses no coinciden con lo declarado y confesado por el asesino Reynoso cuando dijo que a Solange la mató en una de sus pollerías de Benavídez pegándole con una chaira y la llevó muerta a Entre Ríos”.
La cabeza de la víctima -que fue hallada 20 días más tarde que el cuerpo-, presentaba una fractura con hundimiento de cráneo, por lo que los peritos creen que Solange pudo haber estado inconsciente por ese golpe pero que en realidad murió desangrada al momento de la decapitación.
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