Elevaron a juicio oral la causa que investigó el crimen de Kim Gómez

Después de casi cuatro meses, el tiempo que lleva abierta la herida por la desaparición física de Kim Gómez (7) en las condiciones más terribles jamás imaginadas, la fiscal del Fuero de Responsabilidad Penal Juvenil de La Plata, Carmen Ibarra, cerró la instrucción de la causa al entender agotadas todas las diligencias investigativas y pidió que el menor de 17 años que está detenido por el crimen afronte un juicio oral y público.

Ese requerimiento, previo traslado a la defensa, que puede formular las oposiciones que considere pertinentes en una audiencia que será convocada a tales efectos, como el sobreseimiento o un cambio de calificación legal, será evaluado por la jueza María José Lescano, quien deberá expedirse en una resolución fundada.

La misma, cabe destacar, en caso de confirmar el pase de instancia, podrá ser recurrida ante la Cámara Penal.

Como se sabe, por tratarse de un menor punible, el procedimiento tiene características especiales y las penas a imponer serán atenuadas de un tercio a la mitad de lo que correspondería aplicar en caso de tratarse de un adulto.

En principio, no cabe la condena a prisión perpetua, por lo que, en alguna de las figuras agravadas del homicidio, estará la graduación de la sanción para el imputado, en caso de ser encontrado culpable, con las reducciones de mención.

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Por el momento, sigue alojado en un instituto cerrado en Batán, muy cerca de Mar del Plata.

Por otra parte, el otro menor vinculado al caso, de 14 años, se encuentra a disposición de las autoridades bajo una medida de seguridad.

EL PEOR DE LOS RECUERDOS

Altos de San Lorenzo es uno de esos lugares donde el Estado muchas veces no llega. Donde la Policía aparece cuando ya es tarde. Donde los vecinos tienen que armar redes de ayuda entre ellos para sobrevivir. Y donde estar es un acto de resistencia.

La imagen del coche abandonado y el cuerpo de Kim quedará grabada por siempre en la Ciudad.

Las redes sociales estallaron de mensajes de dolor. Las marchas espontáneas se multiplicaron. La indignación creció minuto a minuto. Pero para la familia Gómez, nada será igual.

Kim tenía derecho a vivir, a crecer, a soñar. Sin embargo, le robaron todo eso en un puñado de segundos.

De acuerdo con el relato de la propia mamá de Kim, Florencia; y los testigos del hecho, todo comenzó pasadas las 19.30 de aquel fatídico 25 de febrero.

La mujer, que conducía un Fiat Palio de color rojo junto a su hija, frenó en el semáforo de 25 y 72. En ese momento, aparecieron dos chicos de la nada para robarle, la obligaron a bajarse del coche y, antes de que ella pudiera sacar Kim, quien estaba al volante, el de 17 años, aceleró a fondo.

Florencia, desesperada, corrió detrás del auto para intentar advertirle a los delincuentes, pidiendo a gritos por su hija; pero ninguno la oyó. Aquel dramático instante quedó grabado por una cámara de seguridad.

Todavía no está claro cómo, pero lo cierto es que en algún momento de esa fuga la nena quedó colgando del vehículo, atrapada por el cinturón de seguridad; y tras ello fue arrastrada durante unas quince cuadras hasta que los asaltantes perdieron el control del vehículo y chocaron con un poste de luz en 28 y 82.

La autopsia reveló que Kim murió en medio de esa secuencia. “La niña sufrió lesiones traumáticas, fracturas múltiples y lesiones por arrastre”, expresaron los forenses.

Pese a las dudas iniciales, el menor de 14 años nunca alcanzó a meterse en el rodado. Las filmaciones del barrio así lo demuestran y fundaron un pedido para desvincularlo del proceso, que no prosperó.

Demás está decir que la muerte de Kim trasvasó los límites de la Ciudad y tuvo gran impacto nacional e internacional. Mientras tanto, el grito justicia se hizo bandera y permanece inalterable en la memoria colectiva de todos los platenses.

El suceso también impulsó un fuerte reclamo por mayor seguridad y reavivó el debate nacional sobre la edad de imputabilidad, ya que si bien sectores sociales exigieron revisar el régimen penal juvenil, organismos de derechos humanos alertaron sobre el peligro de criminalizar a menores sin políticas integrales de contención.

A todo esto, Marcos Gómez, el papá de Kim, expresó: “Voy a trabajar sobre prevención y seguridad con niños y adolescentes. Y arrancaré en la provincia de Buenos Aires. No tengo ninguna bandera política, pero Kim era de La Plata y la ciudad le pertenece”, anunció.