“¿Qué te puedo decir? Es lo que hay, otra vez perdí todo”

Con lágrimas en los ojos, sumido en la más profunda de las angustias, Sergio Justo apenas pudo esbozar cuatro palabras para contar la dramática situación que le está tocando atravesar. “¿Qué te puedo decir? Es lo que hay”, aseguró ayer en diálogo con EL DIA, mostrando las condiciones en las que quedó su casa de 37 esquina 29, una zona siempre castigada por las inundaciones. “El agua llegó a estar a dos metros diez de altura, sobre la reja. Otra vez perdí todo”, aseguró el platense, también castigado con la histórica inundación del 80 y con la del 2002, aunque, según aseguró, “esta vez fue mucho peor”.

Sergio llegó a su casa y no dudó en atar su Ford Fiesta con una soga a la reja de la casa. Sabe, porque ya lo vivió, que cuando el agua sube no hay nada que la detenga en su forma de arrasar con todo lo que se interponga. Pero el peor panorama lo vivió cuando ingresó a su vivienda y vio a su madre, literalmente, con “el agua al cuello”. Como pudo, y según relató ayer, logró sacarla y llevarla a la casa de unos vecinos, en donde esperó que el agua comenzara su retirada. Y ayer, cuando después de tanto rogar el agua por fin bajó, empezó lo peor: el caer en cuenta de que, otra vez, se había llevado todo. El consuelo de Sergio, ante tanto desastre, fue haber podido salvar a su madre.

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