Sigue el temor en el edificio donde atacaron a una policía

La principal hipótesis sigue apuntando a que la agente actuó en legítima defensa de su vida. Sería sobreseída

EL LUGAR DONDE ATACARON A LA MUJER POLICÍA. ALLÍ, TODAVÍA, PERDURA EL TEMOR DE LOS VECINOS

En el edificio de la calle 5 entre 47 y 48 aún perdura la conmoción que generó, en la tarde del viernes último, la muerte de un violador, que fue ultimado a balazos por una mujer policía, que trabaja en el área de Comunicaciones, a la que habría intentado violar en su departamento del segundo piso.

Como lo reflejara este diario en su edición del sábado pasado, el terrible episodio ocurrió hacia las 14.30 cuando Alberto Fabián Salas (47), autor de varias violaciones desde la década del `80, que le valieron varios años en prisión, logró entrar al inmueble.

En esas circunstancias, sorprendió a la joven policía, de 27 años, cuando ésta se aprestaba a salir de su departamento, porque en la calle la esperaba su novio.

Tras aplicarle una trompada en el rostro, Salas consiguió que su víctima cayera al piso casi desvanecida y hasta la arrastró hasta una habitación.

Pero cuando el depravado fue a cerrar la puerta de entrada al inmueble, la mujer policía tomó su arma reglamentaria y le descerrajó varios disparos, que lo hirieron de muerte, cuando éste ya le había dicho “ahora vas a ver lo que te espera”, según deslizaron voceros de tribunales.

Por otra parte, en esas mismas esferas se informó ayer que, en el marco de la pesquisa, ahora se aguardan los resultados de algunas pericias realizadas en la escena del hecho, para ver si surgen elementos de prueba que sirvan para robustecer la principal hipótesis: que la mujer actuó en defensa de su vida.

En ese sentido, de comprobarse esa situación, la mujer sería sobreseída.

Mientras tanto, la chica -quien tras el sangriento episodio que le tocó protagonizar sufrió un fuerte estado de shock por el que fue atendida por médicos particulares- se halla en la causa como “imputada no procesada”.

Según lo que declaró ante el fiscal del caso, Marcelo Romero, decidió disparar contra Salas, porque “creí que iba a violarme y a matarme”.

Ayer, en la puerta de ese edificio, Carlos Olivera (25), un estudiante salteño que vive en el cuarto piso, le contó a EL DIA que “el día en que la policía mató al violador llegué una hora después. En la calle había mucho revuelo. Al principio lo relacioné con que había pasado algún accidente, debido a la falta de gas que tiene el edificio desde el 2 de mayo pasado. Pero cuando supe la verdad, no lo podía creer. Ya en un feriado largo -de este año- habían entrado al edificio a robar”.

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