Héctor Humberto Malagamba

Caracterizado vecino de Bartolomé Bavio e Ignacio Correas; apasionado por la vida rural; hombre que volcó sus firmes convicciones democráticas en la política, falleció, a los 89 años, Héctor Humberto Malagamba. Fruto de una personalidad entusiasta y afable, en su extensa y activa vida supo ganarse fácilmente, además del profundo afecto de los suyos, el aprecio de la comunidad que conoció sus destacadas virtudes.

Nacido en La Plata el 5 de agosto de 1924, en el seno del matrimonio formado por el comerciante Domingo Malagamba y Modesta, fue el menor de sus hermanos Juan Martín y Magdalena. Su infancia transcurrió en el barrio Hipódromo, en una casa de 37 y 115.

La educación primaria la cumplió en la Escuela 5 y la secundaria en el ex Comercial San Martín. Muy joven se afincó en el campo que había adquirido, años atrás, en Bavio, su padre, y enseguida comenzó a administrar las tierras. Con el tiempo fue haciendo su propio camino. Primero se desenvolvió en el tambo, y luego se dedicó, con la cría de la raza Aberdeen Angus, a la producción de carne vacuna.

Militante en las filas del radicalismo, Humberto (lo llamaban por su segundo nombre) fue presidente del subcomité de la UCR de Bavio, y representó al partido con una banca de concejal en el municipio de Magdalena.

Con la excepción de los años en que vivió en La Plata, cuando la familia completa se mudó acompañando los estudios de los hijos, pasó la mayor parte de su vida en el campo de la localidad de Magdalena. Allí formó su hogar con Beatriz Curell, originaria de Chascomús y a quien conoció en esta ciudad. Fue su esposa desde 1950 y su compañera incondicional a lo largo de más de 60 años.

Como padre se ocupó de transmitir, con su palabra y su ejemplo, valores morales, éticos y solidarios, a sus seis hijos, Domingo, Carlos, Luis, Beatriz, Miguel y Pablo, relacionados algunos con la actividad rural y otros con el mundo de la política. Ellos constituyeron su más preciado orgullo.

Inquieto, siempre preocupado por el bien común y detrás de los más diversos proyectos, apuntó, sin pausa, al progreso de la comunidad. Por eso también se comprometió con instituciones de bien público y en ese sentido tuvo una denodada actuación en la Sociedad de Fomento de Ignacio Correas, entidad en la que fue, además de socio fundador, su primer presidente.

Entregado por entero a sus lazos más íntimos, sociable, de excelente humor y leal a sus amigos, repartió toda su atención entre la familia y el trabajo en el campo.

Fue hincha fanático de Gimnasia de La Plata y en sus tiempos de juventud disfrutaba, junto a familiares y amigos, del fervor de la cancha. Cuando dejó de frecuentar los estadios siguió, a través de la televisión, todas las campañas de su querido “Lobo”.

Malagamba tuvo 22 nietos y 2 bisnietos.

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