Murió León Ferrari

El artista tenía 92 años. Sus obras generaron una gran polémica por su cuestionamiento a la Iglesia Católica

El artista plástico León Ferrari, autor de la polémica obra que exhibía a Jesucristo crucificado sobre un avión bombardero, murió hoy a los 92 años, confirmaron a esta agencia fuentes de la Secretaría de Cultura de la Nación.

Había nacido en Buenos Aires el 3 de septiembre de 1920 y hacia 1946 comenzó a crear sus primeros dibujos y pinturas, según consignó su curriculum vitae en su sitio en Internet, que recordó sus años de exilio en Brasil desde 1976.

Polémico por su cuestionamiento a la Iglesia Católica, Ferrari había protagonizado un fuerte cruce en 2004 con el entonces cardenal Jorge Bergoglio, ahora el papa Francisco, que consideró una "blasfemia" una retrospectiva del artista en el Centro Cultural Recoleta que combinaba símbolos religiosos con imágenes eróticas y Cristos, vírgenes y santos ardiendo.

Su trabajo, indómito, abrió debates y obligó a una mirada distinta a partir del cruce entre política y arte, concebido éste para provocar, especialmente a instituciones como la Iglesia y los militares, y a los gobiernos "occidentales y cristianos".

León de Oro en la 52° Exposición Internacional de Arte Bienal de Venecia en 2007, su vida artística giró en torno a Italia, Brasil - donde residió desde 1976 hasta 1991 - y la Argentina.

Esculturas, algunas de ellas sonoras, dibujos, objetos, libros y collages se destacaron a lo largo de su trayectoria, en la que la defensa de los derechos humanos siempre estuvo presente.

En la "Carta a un general", de 1963, plasmó la falta de reacción con una caligrafía deformada, y dos años después, dio a conocer una de sus trabajos emblemáticos, "La civilización occidental y cristiana", un montaje de dos metros de alto que reunía la reproducción de un bombardero norteamericano con un Cristo de santería crucificado, obra realizada mientras ocurría la Guerra de Vietnam.

Los críticos del New York Times lo consideraron "uno de los más prominentes artistas conceptuales de la Argentina" y recordaron sus cruces con Bergoglio, cuya designación como papa Ferrari consideró en marzo pasado "un horror".

En 2004, una muestra retrospectiva del artista se exhibió en el Centro Cultural Recoleta, y Bergoglio, entonces cardenal, la consideró "una blasfemia que avergüenza a nuestra ciudad", por lo que, en una carta pastoral dirigida a los sacerdotes, llamó a una "jornada de ayuno y oración" para que "el Señor perdone nuestros pecados y los de la ciudad".

El complejo debió disponer un refuerzo en la seguridad ante una serie de incidentes que se coronaron cuando el abogado Agustín Durañona y Vedia intentó romper una obra.

La respuesta de Ferrari, que recibió un masivo acto de apoyo y desagravio en el patio del Centro Cultural en diciembre de 2004, no se hizo esperar: "Lamento que la religión que Bergoglio profesa castigue a los que piensan diferente. Si algo avergüenza a nuestra ciudad no es esta muestra, sino que se sostenga que hay que torturar a los otros en el infierno", dijo.

Homenajeado en mayo pasado por la Secretaría de Cultura con una exposición en arteBA, Ferrari recibió decenas de distinciones, tanto en el exterior - Brasil, Colombia, Cuba - como en el país, entre ellos la Medalla de las Abuelas de Plaza de Mayo, el Premio a la trayectoria de la Asociación de Críticos de Arte y el premio Konex de Brillante 2012.

Poseen sus obras en Buenos Aires el Museo Sívori, el Museo de Arte Moderno, el Fondo Nacional de las Artes, y el Museo de Arte Contemporáneo, como así también el Museo de Arte Moderno en México, el Museo La Tertulia de Cali, Colombia, el Museo de Arte Moderno de Río de Janeiro, el Museo Salvador Allende en Chile, y el MoMA, el Franklin Furnace y el Museo del Bronx en Nueva York, entre otros.

Estaba casado desde 1942 con Alicia Barros Castro, con quien tuvo tres hijos, Marialí, Pablo y Ariel

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