Falleció el bebé de la mujer que fue baleada durante un robo en Berisso

La víctima estaba embarazada de seis meses y fue atacada por dos ladrones que le dispararon en el abdomen. Dolor y conmoción en el barrio de 21 entre 167 y 168

Foto Alex Meckert

La locura criminal que castiga a la Región en todas partes y a cualquier hora golpeó hoy a la noche en Berisso de la manera más trágica, durante un salvaje asalto en un autoservicio y verdulería de 21 entre 167 y 168.

A las 19.30, Mery Vidal Borda (34), madre de dos hijos y embarazada de seis meses, atendía el negocio familiar junto a su marido. De pronto, irrumpieron dos motochorros que, “totalmente alterados”, exigieron dinero a los gritos. Borda ni siquiera intentó resistirse. Pero los ladrones le dispararon a la panza. Le tiraron “porque sí”, según dijo su esposo.

El fantasma de la trágica salidera bancaria a Carolina Piparo, que se llevó para siempre la vida de su hijo Isidro, sobrevoló en ese instante dramático las calles de Berisso. Y como en aquel fatal asalto, esta vez el milagro tampoco fue posible: Mery fue trasladada de urgencia a un hospital, donde el bebé murió poco después de nacer por cesárea.

La mujer continua internada en una sala de terapia intensiva del hospital de Niños, donde había sido intervenida en una operación exploratoria para evaluar el carácter de las lesiones.

En tal sentido, fuentes policiales indicaron que aparentemente el proyectil, que ingresó por el costado derecho de la panza, no habría afectado ningún órgano vital.

Al momento de cometerse el feroz asalto en el comercio estaban la mujer, su marido y dos ocasionales clientes. Los vecinos contaron que uno de los ladrones -que dejaron la moto estacionada en la puerta- tenía un arma de fuego y el otro empuñaba un cuchillo.

Al escuchar la amenaza de los delincuentes, que eran jóvenes, Mery no intentó ningún tipo de resistencia. “Ella le dio todo lo que le pedían y de todas maneras le dispararon”, dijo Enrique (61), un vecino del local.

El comercio había sufrido otros robos anteriormente, aunque por supuesto ninguno tan violento como el de hoy, que se llevó una vida inocente con todo por delante

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