El policía de 9 y 54 dice que disparó para defender a la gente y defenderse él

Declaró ayer y quedó detenido. Perseguía a delincuentes pero le pegó un tiro a una chica que hacía cola para entrar a un recital

Edición Impresa

El policía Mauricio Aguilera, quien está acusado de causarle la muerte a la joven Soledad Bowers (18) cuando, en plena persecución de cuatro delincuentes que habían cometido un asalto en el restaurante “Me Piace” de 9 y 54, le pegó un tiro a la altura de la cadera, declaró ayer ante el fiscal de la causa y sostuvo que actuó en “legítima defensa, propia y de terceros”, informaron fuentes judiciales.

En una extensa indagatoria, que se desarrolló durante unas cuatro horas, el policía respondió a las preguntas que le formuló el fiscal Fernando Cartasegna y realizó una pormenorizada reconstrucción de la trágica secuencia.

El agente, que está acusado de “homicidio simple con dolo eventual” (delito que prevé una pena de entre 8 y 25 años de prisión), estuvo acompañado por su abogado defensor, Julio Beley.

El fiscal Cartasegna considera que se trata de un caso de dolo eventual “porque es una circunstancia que no quería, no la planeó, pero que pudo habérsela representado”.

Al declarar, el imputado relató su versión de los hechos y explicó que en ningún momento pensó en herir a un inocente, “sino que tiró para evitar que le peguen al resto”, dijo su abogado.

Durante su declaración, el policía hizo un detallado relato de lo que sucedió dentro del restaurante y explicó cómo intervino para intentar evitar el golpe. Luego contó de qué manera sacó a los asaltantes del local, en medio de la conmoción de alrededor de 60 personas que cenaban allí.

TRAMO CLAVE DEL RELATO

Un tramo clave de su relato lo constituye su reconstrucción del momento en que los asaltantes se dieron a la fuga. Sobre esa cuestión, fuentes judiciales explicaron que Aguirre dijo que cuando los ladrones salieron de la confitería, uno de ellos arrancó la moto y el otro se sentó detrás “de un salto”.

Aguilera salió a correrlos a pie. “El (delincuente) que iba sentado atrás sacó un arma de fuego y le apuntó. Y el que iba adelante le decía al otro ‘tirale, tirale’. Todos los testigos aseguran que escucharon decir eso”, explicó el defensor Beley.

Ante el fiscal, el acusado contó que en ese instante el ladrón que iba atrás gatilló dos veces el arma pero la bala no salió.

Tras esa clara señal de que pensaban dispararle, el policía sacó su pistola reglamentaria y gatilló.

“Efectuó un solo disparo, pero de la cintura para abajo. No sabemos si rebotó o qué pasó. Con tanta mala suerte que le pegó a la chica que estaba haciendo la cola para entrar a un bar que está en 9 y 53”, explicó el letrado.

Soledad Bowers permanecía junto a una hermana en la cola para entrar al local donde tenía pensado ver un espectáculo musical.

Sobre esa circunstancia, el defensor sostuvo que la chica “estaba a unos 80 metros” de donde el agente efectuó el disparo. “En su campo visual estaban solamente los delincuentes”, remarcó.

En base a esos elementos, la defensa solicitó que se realice una reconstrucción del hecho (ver recuadro). Además, se adelantó que se analiza si después de cumplida esa diligencia judicial van a pedir un cambio de calificación legal, que apuntaría a encuadrar el caso hacia un delito excarcelable.

“Entendemos que hay elementos suficientes para hacerlo. Actuó en legítima defensa, propia y de terceros, y en cumplimiento del deber”, consideró Beley. De todas formas, por ahora seguirá preso y ya fue puesto en disponibilidad preventiva.


Notas relacionadas

Habrá una reconstrucción del hecho

Apuntan a una banda juvenil que ya habría cometido numerosos golpes

Se investiga si venían de otro asalto


Las noticias locales nunca fueron tan importantes
SUSCRIBITE