“¿Por qué no me tocó a mí?”

UNAS 200 PERSONAS DESPIDIERON A AGUSTÍN

Un cortejo de unas 200 personas acompañó ayer el féretro del adolescente Agustín Irustía, muerto por el rayo que cayó en la playa de Villa Gesell, al Cementerio Parque de la Quebrada, a 24 kilómetros de la capital de San Luis, en donde recibió sepultura.

El cortejo partió pasadas las 11 de la sala velatoria con destino primero al Club Atlético Lafinur, ubicado en el centro de la ciudad, en donde el joven había forjado una prometedora carrera como jugador de vóley y había conseguido un contrato en la A-2, como refuerzo en el Club de Tortuguitas de Buenos Aires.

En las puertas del Club su padre, Fabio Irustía, presidente de la Federación Sanluiseña de Vóley, lloraba sin consuelo preguntándose “¿por qué no me tocó a mí que estaba a pocos centímetros de mi hijo?”.

El cortejo continuó minutos después, acompañado por una caravana de unos 30 vehículos que lo acompañaron a su última morada.

Las noticias locales nunca fueron tan importantes
SUSCRIBITE