Mucho más que un título...

SEMBLANZA
Por HECTOR COLLIVADINO

Aquella consagración del Lobo en la Copa Centenario de AFA resultó esencial. Primero, por el logro del ansiado campeonato, esquivo desde hacía décadas (1929, al filo del profesionalismo cuando batió a Boca en la final), que se le había escapado en 1933 con un equipo espectacular pero que se quedó sin chance de coronarse por arbitrajes por lo menos desacertados. En 1962, cuando otro Lobo de antología perdió fuerza al final y fue superado por Boca y River Y en 1970 cuando absurdamente fue con la tercera a disputarle la semifinal del torneo a Central en vez de enviar a una primera que era un equipazo en individualidades y en rendimiento colectivo.

El campeón de 1994 reivindicó la historia. Concluyó con ese protagonismo sin corona. Le brindó en ese 30 de enero a su increíble hinchada, única en pasión, fervor de pueblo, movilización y fidelidad a la divisa, todos los argumentos para dar rienda suelta a la alegría indescriptible.

El ya mítico Julio Grondona, ausente por siempre de las canchas argentinas entregó la Copa Centenario de la entidad que sigue presidiendo en persona y llevándose también aplausos que no olvidará. Gimnasia obtuvo el título con las armas que habían enriquecido su historia, sobre todo en las décadas inmediatamente anteriores: buscar buen trato de pelota, lograr peso ofensivo y el lucimiento de sus grandes estandartes individuales como los mellizos, el Topo Sanguinetti y Guerra, entre otros.

Y en cuanto a la táctica, estrenaba DT. Precisamente uno de los mejores jugadores argentinos de la historia: Roberto Perfumo, paradójicamente figura en su veteranía del River campeón tras 18 años de sequía. El querido Perfumo, hoy comentarista puede sentirse orgulloso de aquellos dirigidos y de su logro personal. De vez en cuando lo expresa por radio o en notas gráficas.

Es que ese Lobo no se consagró ante un rival cualquiera. Lo hizo ante el club más campeón de torneos argentinos, lleno de estrellas como Crespo, el Burrito, Sergio Goycochea, Astrada, Berti, Hernán Díaz, entre ellos y un técnico como Passarella, que pocos meses después, por su labor en ese River con Sabella y Gallego, fue convocado para dirigir a Argentina en Francia 1998.

Gimnasia jugó un excelente partido, justificó el 3 a 1 ante un rival al que no dejó desarrollar su mejor juego y de allí el delirio total de su hinchada festejando el título.

Esa conquista fue piedra de toque para un brillante futuro inmediato. Se fue Perfumo, le relevó Carlos Griguol y poco tiempo después llegó la década de más protagonismo mens sana, que empezó con el subcampeonato de 1995 y culminó con el quinto vicecampeonato, con Troglio en 2005. En esa década, el equipo jugó oficialmente en torneos locales 418 partidos y logró 613 puntos. Sólo fue superado por River (769), Boca, Vélez y San Lorenzo, en igual cantidad de encuentros, Institución modelo, vendió jugadores por casi 40 millones de dólares y le jugó de igual a igual a equipos supercampeones.

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