La menopausia y los huesos

Por DR. NORBERTO FURMAN
Doctor en kinesiología y fisiatría

Metabólicamente, el ser humano es una continua incógnita y lo que es porque ignoramos muchas de las leyes que rigen el comportamiento de su cuerpo y en especial sus hormonas.

Sin duda la ciencia avanzó mucho desde Hipócrates hasta la fecha, acertando el camino en ocasiones y errándola en otras.

Hoy en día, muchas especialidades médicas se empeñan en investigar más sobre la menopausia, proceso que se padece y que preocupa.

El climaterio comienza en la mujer, alrededor de los 45 años y a lo largo de 10 o 15 años da síntomas leves que se acentúan luego y se mantienen hasta cerca de los 55 ó 60 años de edad.

Comprende toda una serie de características que se basan en un deterioro de la función ovárica.

De todas estas alteraciones se debe tener fundamentalmente en cuenta la descalcificación muy acentuada que se produce. Esta osteoporosis provoca dolores

Durante este período los cambios hormonales se producen y provocan calores, sudoración nocturna, ahogos, palpitaciones, disminución del apetito sexual, desconcentración, embotamiento, adormecimiento de manos y otros.

De todas estas alteraciones se debe tener fundamentalmente en cuenta la descalcificación muy acentuada que se produce.

Esta osteoporosis provoca dolores y si a esto se le suma el hecho que durante esta crítica edad existen cambios emocionales, las tensiones, contracturas musculares y dolores de columna se acentúan.

Es en esta crítica edad, cuando la artrosis encuentra terreno propicio para avanzar.

Se produce también una disminución en la producción de estrógenos, con lo cual aumenta el riesgo de contraer enfermedades cardiovasculares.

La solución a estos trastornos fisiológicos radica en tratar los síntomas primero y los orígenes después.

Se han realizado experiencias en las que una mujer sometida a hipnosis es llevada hasta un orgasmo, a una menstruación o a un parto y en ese momento se le extrae sangre a fin de ver que hormonas están disminuidas o excedidas a fin de normalizarlas.

Se estudia y se investiga, pero la mujer tiene que comprender que esta es una etapa que se supera y que la mejor ayuda la va a encontrar en su paciencia y su médico.