Empatados en los sondeos, Dilma y Neves buscan sacarse ventaja

La candidata y presidenta de Brasil, Dilma Rousseff (66), y el socialdemócrata, Aécio Neves (54), encaran esta última de semana de campaña con intensa actividad proselitista para conquistar al electorado, luego de un debate más calmo que el domingo a la noche intentó mostrar propuestas, pero que no rompió la paridad entre los candidatos en los sondeos para el ballotage de este domingo.

Una encuesta divulgada ayer de cara a la segunda vuelta, marca un empate técnico entre Dilma, con 45,5% de la intención de voto, y Neves, con 44,5%. Según este sondeo de la consultora MDA, a seis días del ballotage, los votos blancos y anulados llegarían a 5,7% y no supieron o no quisieron responder la encuesta 4,3%. Si se toman en cuenta sólo los votos válidos (descontando los blancos y nulos), Rousseff obtiene un 50,5%, contra 49,5% de Neves. El resultado es considerado un empate técnico entre ambos, ya que está dentro del margen de error, fijado en +/-2,2 puntos porcentuales, aunque a diferencia de la última encuesta, esta vez la leve ventaja es para la mandataria Rousseff.

Las encuestas divulgadas a fines de la semana pasada marcaban una ligera ventaja para Neves (del Partido de la Socialdemocracia Brasileña, PSDB) con 51% de los votos válidos contra 49% de Rousseff (Partido de los Trabajadores, PT). Interrogados sobre quién creen que ganará las elecciones, 46,7% dijo que sería el ex gobernador del estado de Minas Gerais. Un 42,5% piensa que la victoria será de Dilma. La encuesta MDA, encomendada por la Confederación Nacional del Transporte (CNT), fue realizada el fin de semana -18 y 19 de octubre-, con 2.002 entrevistas en 137 municipios del país.

En tanto, la encuestadora Datafolha, con un margen de error de +/- 2% también calculó el resultado teniendo en cuenta los votos válidos, excluyendo los blancos, nulos e indecisos, con lo que Rousseff obtendría un 52% de los votos frente al 48% de Neves, lo que también supone un empate técnico.

El candidato del PSDB y la actual gobernante disputan voto a voto el ballotage del próximo domingo con 148,2 millones de brasileños convocados a las urnas. Neves, que previo a la primera vuelta llegó a tener apenas 11% de la intención de voto, resurgió en las elecciones del 5 de octubre, conquistando el segundo lugar con 33,55% de los votos, mientras que Rousseff quedó primera con 41,59% de los sufragios.

La recta final de la campaña comenzó ayer marcada por una tensión a raíz de la dura disputa por los votos que libran la mandataria y el senador opositor.

Rousseff, del Partido de los Trabajadores (PT), y Neves, del Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB), participaron de caminatas y tienen previstas caravanas en distintas zonas del país, aún más en las regiones donde también se disputará la segunda vuelta para gobernadores, como el caso de Río de Janeiro, uno de los principales colegios electorales de Brasil.

“Las elecciones del día 26 colocarán de un lado a quienes defienden los empleos y los salarios, y del otro lado a aquellos que causaron desempleo, que redujeron salarios y que se arrodillaron ante el FMI. A aquellos que quebraron Brasil tres veces”, afirmó Rousseff ayer en un acto en Nueva Iguazú (Estado de Río de Janeiro).

En el tercer debate televisivo se repitieron las acusaciones mutuas, aunque en un tono menos agresivo que el registrado en los dos duelos anteriores.