Accidente y "milagro" en una parroquia

Hacía cinco minutos que había terminado la misa en la parroquia Sagrado Corazón del barrio Cambaceres, en Ensenada, cuando una ambulancia se metió por la puerta después de haber perdido el control. No hubo víctimas. Unos minutos antes podría haber sido un desastre

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LA IMPACTANTE IMAGEN DE LA AMBULANCIA INCRUSTADA DENTRO DE LA PARROQUIA. NO LLEVABA PACIENTES. EL CHOFER SUFRIÓ GOLPES LEVES


Por apenas cinco minutos, el cierre de la misa de las 7 de la tarde no terminó en tragedia, en Ensenada. Es que una ambulancia se incrustó adentro de una parroquia justo después de que se retiraron todos los fieles, incluidos los chicos que asisten regularmente a catequesis.

El sacerdote Cristian Viña había celebrado ese oficio religioso en la parroquia Sagrado Corazón de Jesús, ubicada en Francisco Cestino entre Eva Perón y Leandro Alem, que fue donde a las 19.05 de ayer la ambulancia destruyó la fachada sin que nadie resultara herido. Sólo el chofer sufrió algunos golpes.

“Fue realmente un milagro de Dios que al momento de estrellarse la ambulancia no haya quedado ninguna persona en la vereda del templo”, rescató el cura párroco.

Es que es muy usual que quienes asisten a la misa se queden conversando unos minutos más frente a esta parroquia del barrio Cambaceres. Ayer, por suerte (o por milagro) eso no pasó.

HASTA LAS LAGRIMAS

Hasta última hora de anoche no se sabían las causas del accidente protagonizado por esa unidad de emergencia que pertenece a la obra social del personal de seguridad e investigaciones privadas. Sí quedaron a la vista las consecuencias: la pared del frente del templo se redujo a un montón de escombros, segundos después de que el cura (que estaba adentro) y los vecinos escucharan una explosión.

“Ya había cerrado el templo cuando de repente escuché un estruendo tremendo, que venía de la calle. Fue un ruido casi similar al de una explosión”, recordó.

Luego de unos segundos de confusión salió a la vereda para ver qué había pasado, como ya lo habían hecho algunos frentistas.

Al comprobar los graves destrozos en el frente de la parroquia, quedó shockeado y no pudo evitar las lágrimas.

Pero luego se sobrepuso, convencido de que “de milagro no hubo acá una tragedia”. Es que “además de la gente que salió de la misa”, dijo, “hasta cinco minutos antes estaban los chicos que participaron de una clase de catequesis”.

Asimismo, mencionó que “el chofer no pudo darnos ninguna explicación por lo sucedido. Hasta se llevó por delante una columna de alumbrado público y un arbolito. No sabemos por qué salió de circulación y se subió a nuestra vereda”, lamentó Viña.

“Por suerte la ambulancia no llevaba a ningún herido. Y a él la Policía lo trasladó al hospital Cestino, por golpes menores”, completó.

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