Plaza Güemes: el alma del barrio La Loma

En el corazón del Barrio La Loma la Plaza Güemes luce actualmente un verde que soñaron siempre los vecinos y su cura párroco de toda la vida, el padre Agustín Espíritu Luchino, quien falleció a sus 99 años en la fría mañana del 18 de agosto de 2009 y dejó desde entonces un legado que se traduce en su obra católica, cultural, educativa y comunitaria.

La Iglesia Nuestra Señora de Lourdes -un bien de protección patrimonial de la Ciudad- marca a fuego a esta plaza donde se respira la historia de La Loma, un barrio que creció enormemente en los últimos 40 años pero que todavía conserva la impronta del vecino solidario, de aquel que sale a las veredas durante las noches de verano y disfruta de su espacio verde.

Esta plaza se consolida con la expansión poblacional del cincuentenario. De acuerdo a lo que señalan los historiadores, el 29 de diciembre de 1938 se la denomina “Martín de Güemes”, en honor al general Martín Miguel de Güemes (1785-1821), partícipe de la gesta revolucionaria al mando de escuadrón gaucho en la Quebrada de Humahuaca.

En el año 1956, una nota publicada por el diario EL DIA, se pregunta si alguna vez se llegará a convertir este espacio verde en plaza. Fue en 1961 cuando el párroco Luchino convocó a los vecinos del barrio La Loma, para la construcción de un edificio que albergara la formación del colegio Nuestra Señora de Lourdes, que actualmente funciona con jardín de infantes, primaria y secundaria.

Los años 1963 y 1966 marcaron a la plaza Güemes que fue parquizada, y en 1977 se realizó un re diseño del predio de acuerdo a los criterios generales del plan regulador del Partido de La Plata.

La plaza cuenta hoy con un busto de Martín Güemes obsequio del gobierno de Salta, además de juegos infantiles, equipamiento para realizar actividad física, y se convierte los fines de semana en lugar de encuentro de cientos de jóvenes y niños del barrio y la escuela, que además participan de las tradicionales juntadas de los scouts que en la década del ´70 y el ´80 fueron llamados “Cruzadas de la Esperanza”.

Durante más de 20 años, en el sector que da a 38 y 18 funcionó una calesita y un metegol que era punto de encuentro de los chicos de aquel entonces y que hoy ya pasaron los 40 años y, muchos de ellos, llevan a sus hijos a disfrutar el predio.

Sin duda que uno de los grandes hechos platenses asociados a esta plaza es el de “la aparición de la Virgen” en un vidrio. El 28 de mayo de 1992 todo el barrio La Loma, en principio, y después la ciudad entera, se vieron conmocionados por un hecho ocurrido en el colegio Nuestra Señora de Lourdes: la enigmática aparición de una imagen que se asemejaba a una virgen sobre un ventanal de la escuela provocó una verdadera movilización entre los alumnos, padres y personal docentes del establecimiento, que alcanzó también a la comunidad parroquial.

La imagen apareció en uno de los vidrios corredizos que correspondía al séptimo grado “B” y según los testimonios, que incluían a la directora de aquel entonces, se procedió a retirar y lavar el vidrio, sin que la imagen desapareciera.

El párroco Agustín Luchino reconoció la existencia del hecho y aunque al principio fue muy cauto, más adelante hablo de “un milagro”. Durante varios meses el colegio fue un verdadero desfiladero de gente que llegaba de todos lados, en colectivos, desde distintas provincias, y la plaza Güemes emulaba a los alrededores del templo de Luján que convoca siempre a miles y miles de fieles.