Antecedentes dudosos y un apodo

“Puloco”. Ese es el mote con el que algunos vecinos identificaron al sujeto que habría cometido las violaciones. Ni bien conocido ese dato, los cañones apuntaron contra un joven que, según trascendidos, tendría antecedentes por robo y también por ataques sexuales.

Un quintero que vivía a unas cinco cuadras habría sido la primera de esas víctimas de abuso carnal por parte del mismo joven. “La víctima no lo denunció por vergüenza y se volvió a Bolivia, su país natal”, soltó un investigador.

También habría en el prontuario del acusado otro ataque de esta índole, contra una nena de entre 10 y 12 años, mucho más reciente, y que en teoría fue denunciado, aunque ninguna fuente lo confirmó de manera oficial.

Algunos vecinos llamaron ayer varias veces al 911, convencidos de que al sujeto en cuestión -de unos 25 años- lo habían visto en negocios de la zona, pero ninguno de los procedimientos terminó como se esperaba. Según un investigador, “Puloco” es jornalero y vive por la zona.

Aparentemente, conocía al hermano de la joven violada. El motivo de tanta violencia por ahora no se sabe: “Tal vez intentó vengarse de su allegado”, dijo una fuente. No hay identikit de él, pero sí algunas fotos.