A San Lorenzo le costó, pero jugará la final con Real Madrid
| 18 de Diciembre de 2014 | 00:00
San Lorenzo jugó un primer tiempo para aplacar el entusiasmo de la multitud que lo acompañó en el Gran Estadio de Marrakech. Es que a la inesperada presión alta que ejerció el conjunto neocelandés, en su tercer partido de la última semana, se le sumó un flojo rendimiento individual en cada una de las líneas del equipo.
Si las fallas del primer cuarto de hora pudieron considerarse como una contingencia lógica de su adaptación al partido y su contexto movilizante, lo que sucedió posteriormente generó evidente preocupación por la incapacidad de tejer una jugada de tres pases seguidos.
Hasta el gol, en la última acción de la parte inicial, el equipo de Edgardo Bauza no había contado con una situación de peligro y para peor, el partido estuvo lejísimos del arco de Tamati Williams. Auckland City cumplió una tarea digna, hizo circular el balón con mayor pericia que su rival y hasta le dio un aviso a Sebastián Torrico.
Al liberado equipo oceánico lo favorecieron la ataduras de San Lorenzo, que estuvo con sus defensores a destiempo, con sus mediocampistas imprecisos y con sus atacantes aislados. Poco después de ello, ante la inminencia del pitazo para el descanso, llegó la apertura del marcador con el zurdazo de Barrientos dentro del área, luego de una jugada de la que participaron Néstor Ortigoza, Julio Buffarini, Gonzalo Verón y Emmanuel Más, en su primera escalada por el sector izquierdo.
El tanto no cambió demasiado el libreto para el segundo tiempo. San Lorenzo no tuvo tiempo ni ideas para más en el tiempo reglamentario, consumido con el miedo a otro condenatorio para las aspiraciones de jugar la final.
Para su fortuna, recuperó la ventaja al comenzar el tiempo agregado con una jugada de sus ingresados: Romagnoli como lanzador de un centro y Matos, que capitalizó el rebote de una pelota que había bajado en el área grande.
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