El agua mala: Epecuén, el pueblo hundido hace 29 años, resurge en un libro

En El agua mala la periodista Josefina Licitra desenreda y narra a partir de la voz de los habitantes la historia y el drama social de Villa Epecuén, el pueblo balneario-bonaerense que supo ser uno de los polos del turismo termal más importantes del país y que, tras una crecida de un lago el 10 de noviembre de 1985, quedó bajo ocho metros de agua condenándolo en tan sólo tres semanas a la eterna desaparición.

“Teníamos un paraíso hasta que el lago enloqueció. Uno se pasa la vida entera preguntándose qué pasó ahí. Esa fue agua mala”, dijo uno de los vecinos que contactó Licitra, puntapié para desovillar, en una magistral crónica sobre la inundación del pueblo, el dolor de perder todo pero también desnudar las mezquindades, desidias y responsabilidades alrededor de este drama, donde la lluvia sólo fue un factor.

En 2012, la periodista llegó a Carhué -cabecera del partido de Adolfo Alsina, a 500 kilómetros de Capital Federal y a ocho de Villa Epecuén- tras los pasos del excéntrico arquitecto Francisco Salamone con la intención de escribir una crónica para una revista.

Allí la recibió el intendente, David Hirtz, quien subrayaba “con mucha vehemencia que Carhué era un pueblo que estaba vivo en contraposición al muerto, Epecuén. Nunca había escuchado nada y me quedé con esa línea desesperada del intendente. Cuando me llevaron a ver las obras de Salamone en Epecuén, no lo podía creer”.

Lo que vio fueron “impresionantes” ruinas “a lo Tim Burton” y, apenas volvió, investigó todo lo que había sobre esa villa, que no era mucho, más que fotos y videos. Fue cuando se decidió a contar -a través de aquellos evacuados ya instalados en Carhué- esta tragedia silenciosa y evitable, publicada por Aguilar

El AGUA MALA
Autora: Josefina Licitra
Editorial: Aguilar
Precio: $249
Páginas: 192

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