El corpiño cumple 100 años

En 1914, una neoyorquina de 19 años lo diseñaba como versión aliviada del corset, cortado debajo del pecho y atado con un par de tirantes, cuya patente vendió a un fabricante por la elevada cifra de 1.500 dólares

Una neoyorquina de 19 años diseñaba hace un siglo el corpiño como versión aliviada del corset, cortado debajo del pecho y atado con un par de tirantes, cuya patente vendió a un fabricante por la elevada cifra de 1.500 dólares.

En 1914 el mundo entraba en la Primera Guerra Mundial y Mary Phelps Jacob, a instancias de un fabricante, pidió un registro de patente de una innovación que reemplazó al rígido armazón de varillas de filamento de ballena -`ballenitas`-, usado para levantar el busto y afinar la cintura.

Cuando Mary Phelps Jacob nació en Nueva York, en 1891, unos inventores alemanes ya habían creado un "sujeta-seno sin parte inferior".

Jacob contó que le molestaban las varillas que conformaban el armazón porque le apretaban y además se veían por debajo del vestido, así que cortó el corset justo debajo del pecho y lo unió con un par de tirantes.

Jacob vendería por u$s 1.500 la patente del sostén a los hermanos Warner Corset Company, quienes recaudarían 15 millones de dólares en 30 años

La versión abreviada del corset era más tolerable que la prenda que aprisionaba la caja torácica provocando más de un desmayo por falta de oxígeno, pero también, más barata, por lo que la economía de guerra la expandió hacia Europa.

Jacob emprendió el negocio con el nombre de Caresse Crosby y tiempo después vendería por 1.500 dólares la patente del sostén a los hermanos Warner Corset Company, quienes recaudarían 15 millones de dólares en 30 años.

Una encuesta reciente en Alemania resultó en que una de cada tres mujeres no usa corpiño porque aprieta y resulta incómodo

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