Gays, Orson Welles y Gulags

ESCENA DEL FILME “CAMINO A LA LIBERTAD”, DE PETER WEIR. SE PODRÁ VER ESTA NOCHE A LAS 22 POR THE FILM ZONE Y TAMBIÉN EL VIERNES A LAS 23.50

Por AMILCAR MORETTI

Hay días en que la televisión acumula las películas de interés, en el horario nocturno central. Hoy por ejemplo es uno de ellos. “Camino a la libertad”, con Ed Harris y Colin Farell, va simultánea a “Orson Welles y yo”, con un argumento que suscita curiosidad como todo, para el buen amante del cine, lo relacionado con el maestro de “El ciudadano”, la mejor película de la historia del cine (“Vértigo” de Hirchcock, dicen otros).

“Camino a la libertad” es de un gran cineasta, el australiano Peter Weir (“Picnic en las rocas colgantes” o “El show de Truman”, entre otras). Aunque ahora se duda, al parecer la historia relatada es verídica: un grupo de hombres que escapa de un campo de concentración de la ex Rusia comunista (gulag), prisioneros después que Hitler invadió Polonia en 1939 y se desarrollaba la Segunda Guerra Mundial (hasta 1945). La verdadera valla a sortear en estos campos de prisioneros era Siberia: el inmenso mar helado siberiano, casi imposible de resistir en travesía, menos aún sin alimentos ni ropa adecuada.

Tal vez lo mejor de la película de Weir esté dado por lo inmensurable y épico del paisaje, tan bello como inhóspito. En su huída el grupo atraviesa Siberia hasta el Himalaya, luego el desierto del Gobi y tras él arriba al Tibet, estableciéndose al final en la India. Hay en esta obra algo que puede ser la idea de conflicto en la vida y solo paz en la muerte, en este caso producto de la implacabilidad de una naturaleza que aún en lo sublime puede doblegar al hombre o bien ponerlo a prueba al máximo.

Hoy a las 22 por Film Zone. Viernes a las 23.50.

ALGO MÁS SOBRE ORSON WELLES

Sobre el mundo de Orson Welles antes que se iniciara en el cine, cuando ya había llamado más que la atención con la creación y dirección de su grupo Mercury Theatre, en Nueva York. Hablamos de mediados de los años 30 del siglo pasado. Hay que tener en cuenta que la “mejor película de la historia del cine”, “El ciudadano”, es de 1941. Un imaginario principiante en la actuación (Zac Efron) es integrado en el elenco que Orson Welles (Christian Mckay) arma para representar “Julio César”, la tragedia de Shakespeare. La dirección de “Orson Welles y yo” es nada menos que de Richard Linklater, el autor –entre otras muchas películas buenas e interesantes- de la trilogía iniciada por “Antes del amanecer”.

“Magníficamente ambientada y con un excelente diseño de producción y vestuario” (…)contiene en su “coral trama varias historias; de iniciación a las jugarretas de la vida y a los vaivenes sentimentales cuando seguimos a ese impetuoso y atrevido mocoso que tan bien y acertadamente interpreta Zac Efron; de ambición y fresca amoral claridad en como trepar en la industria a través del personaje de Claire Danes; de emotiva carga mitómana, tanto cuando seguimos a Orson Welles en sus arranques de genio y egolatría (impresionante Christian McKay), como en las escenas que recrean la obra de Shakespeare; de vitalista y optimista comedia en las relaciones entre todos los implicados en la función, actores (especialmente Ben Chaplin en el papel del actor ingles inglés George Coulouris, y una divertida Kelly Reilly, Welles, equipo técnico, músicos y demás; de muy logrado fresco histórico de esa Nueva York entreguerras y post depresión; y finalmente volviendo al personaje de Efron, de veraz y mínima historia romántica”, trata de resumirse en FilmAffinity a mediados del 2012.

Hoy, Warner a las 21,55. Mañana a las 13.50.

BUENA COMEDIA Y ALGO MENOS QUE DRAMA

Una buena comedia, en reposición, va también hoy, “El dilema”, que tiene momentos simpáticos y agradables pero en la que también se asoman cuestiones serias. Son las mejores comedias: las que sostienen en sí mismas el planteo de temas que, en especial desde la actualidad, recalan en conflictividades que hacen al mundo individual o colectivo del humano. El realizador, desparejo, siempre, es no obstante un guía para tener en cuenta dentro del cine industrial de Hollywood, Ron Howard, y los actores, sobre todo el protagonista, también: Vince Vaughn. A su lado está Kevin James (el de sobrepeso) y dos muy buenas y lindas intérpretes como Jennifer Connelly y Winona Ryder.

No se trata de una gran película ni mucho menos, pero logra dar algunos apuntes de interés en torno al problema de las relaciones de pareja o de la sacudida institución matrimonial heterosexual de dos. Quizás contenga algo de moralina y también ciertos desvíos sin demasiado sentido, pero en la televisión no todo es posible, y menos las virtudes incuestionables.

Hoy, TNT a las 19,55. Sábado a las 18.05 y domingo a las 16.

“Beginners” (“Principantes”), no estrenada en los cines argentinos. Quizás porque el tema es la muerte, pero nunca de modo trágico o apesadumbrado. Muy buenos actores, el grandísimo Christopher Plummer y Ewan McGregor, ya hombre de Hollywood. Al primero, padre, en su vejez y viudez, después de los 70 años, le toca aclarar que siempre fue gay y que ahora tiene un novio joven. Además, que se va a morir de un cáncer de pulmón. Al segundo, McGregor, le toca el papel de advertir cómo es la realidad, que no es como a uno le pueden haber hecho parecer los padres pero que, tampoco, en buena parte de los casos, no es un asunto intolerable.

La vida incluye la muerte y la sexualidad, y estas dos últimas señoras son constituyentes, en trío y en unidad, de la primera gran dama: la vida. La humana incorpora las moralidades pero también la ética y, si esta última se aplica con libertad y decencia (redundancia la mía: la ética en sí misma es decencia), es factible de comprenderse casi todo, aunque no se entienda casi nada. Que entender puede ser una cosa, y comprender otra muy otra. “Beginners” es una buena película, que no llega a drama, y en este caso es una decisión inteligente. Pero tampoco se redondea por el lado de la comedia dramática, sino que conforma algo que va bastante más allá de esta última subespecie (ni mala ni buena en sí).

Mañana a las 22.30. Viernes a las 20, martes 18 a las 22.30. Siempre por I-Sat.

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