El Papa llamó a "no tener miedo a la confesión"

En su habitual audiencia de los miércoles, el Sumo Pontífice dijo que después de confesarse "uno sale libre, grande, feliz". Durante su recorrida, tomó un mate que le acercó el público

El papa Francisco le recomendó hoy a los fieles que "no tengan miedo" del sacramento de la confesión y advirtió que en ocasiones los cristianos lo olvidan "por pereza o por vergüenza".

"La reconciliación es un auténtico tesoro, que en ocasiones corremos el peligro de olvidar por pereza o por vergüenza, pero sobre todo por haber perdido el sentido del pecado, que en el fondo es la pérdida del sentido de Dios. Cuando nos dejamos reconciliar por Jesús, encontramos una paz verdadera", dijo el Papa durante la tradicional audiencia de los días miércoles.

El Sumo Pontífice argentino volvió a encontrarse hoy con miles de fieles en la Plaza San Pedro, que se congregaron para la audiencia semanal pese al intenso viento que azotó esta mañana la ciudad del Vaticano, y que le voló en varias oportunidades el solideo a Francisco.

Según informó Radio Vaticano, el papa centró la catequesis de hoy en el sacramento de la reconciliación, sobre el cual dijo que "el perdón de los pecados no es fruto de nuestro esfuerzo personal, sino es un regalo, un don del Espíritu Santo que nos purifica con la misericordia y la gracia del Padre".

"No basta pedir perdón al Señor interiormente; es necesario confesar con humildad los propios pecados ante el sacerdote, que es nuestro hermano, que representa a Dios y a la Iglesia", dijo y les pidió a los presentes que pensaran cuánto tiempo hacía que no se confesaban.

En ese marco, explicó también que la confesión "es un sacramento de sanación" y agregó: "Cuando yo voy a confesarme, es para sanarme: sanarme el alma, sanarme el corazón por algo que hice no está bien".

"Pero padre, me da vergüenza, dicen algunos. También la vergüenza es buena. Cuando una persona no tiene vergüenza, en mi país decimos que es un sinvergüenza. La vergüenza también nos hace bien, nos hace más humildes", añadió.

Por último, agregó: "No tengan miedo de la confesión. Cuando uno termina de confesarse sale libre, grande, bello, perdonado, blanco, feliz"

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