Docentes rechazan 22% de aumento que propone la Nación: las clases en peligro

El lunes el Gobierno y los gremios volverán a reunirse, con pocas expectativas

LA PRIMERA REUNIÓN PARITARIA NACIONAL SE EXTENDIÓ DURANTE MÁS DE DOS HORAS Y LOS GREMIOS RECHAZARON DE PLANO LA PROPUESTA DEL GOBIERNO. EL LUNES RETOMAN LA NEGOCIACIÓN

“¿Estamos como queremos no?”, ironizó Roberto Baradel a la salida del Palacio Sarmiento, sede del Ministerio de Educación nacional, al cabo de la primera reunión formal de la paritaria docente en 2014. Intercambiando impresiones con sus colegas, el sindicalista dejó traslucir así el fastidio de los gremios del sector con la “escasa” propuesta de aumento salarial que les hizo ayer el Gobierno.

El ofrecimiento constó de un incremento salarial de 22%, a pagarse en tres cuotas (marzo, junio y noviembre), más un plus de 2.000 pesos anual por “presentismo”, un concepto que hace años no era incluido en las paritarias docentes y que dejó un “sabor amargo” a los gremialistas, según pudo constatar EL DIA tras el encuentro, que fue a puertas cerradas y se prolongó durante dos horas.

“CLIMA TENSO”

Pese a que la propuesta no resultó suficiente, el Gobierno había puesto toda la carne al asador: hasta la cartera educativa llegaron el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, y el ministro de Economía, Axel Kicillof, los dos funcionarios más importantes con que cuenta Cristina Kirchner en este tramo de su mandato. Ambos reforzaron a los ministros Alberto Sileoni (Educación) y Carlos Tomada (Trabajo).

Ya habituado a su rol de vocero oficial, Capitanich hizo un informe a la prensa tras la reunión, aunque no bajo el formato de conferencia de prensa porque no aceptó preguntas. El jefe de Gabinete dijo que la discusión con los gremialistas había sido “profunda” y resaltó que entre 2003 y 2013 -es decir durante los 10 años de gestión kirchnerista- el salario inicial de los docentes trepó un 832%.

De todos modos, el ministro coordinador aceptó que si se toma en cuenta la inflación -así lo dio a entender, sin pronunciar esa palabra-, los docentes mejoraron sus ingresos en un 72% en la última década. Parado a su lado, con una carpeta negra en las manos, Kicillof asentía las estadísticas de Capitanich, quien también sostuvo que las transferencias a las Provincias aumentaron un 1024%.

Según pudo saber este diario, en varios pasajes del encuentro “el clima se hizo tenso” cuando los gremialistas rebatieron las cifras que dieron Capitanich y Kicillof. Sin embargo, no hubo palabras altisonantes y primó el “respeto” entre los representantes del Estado nacional y los gremios. A tal punto, que Capitanich prometió que el Gobierno hará “un esfuerzo” para mejorar su propuesta.

UN ACUERDO DIFICIL

Aunque será muy difícil que -cuando ambas delegaciones vuelvan a encontrarse- lleguen a un acuerdo debido a la distancia que existe entre la propuesta oficial y lo que reclaman los gremios. Por caso, CTERA pidió elevar el salario inicial a 4.860 pesos, es decir un 35% de aumento, mientras que los sindicatos nucleados en la CGT Balcarce reclamaron un piso de $ 5.500.

Además, ambos sectores sindicales exigieron al Gobierno la instauración de una “cláusula de revisión o monitoreo”, en caso de que se dispare la inflación durante el año y torne desactualizado un eventual acuerdo. Con la propuesta lanzada en el Palacio Sarmiento, los docentes cobrarían desde marzo próximo un salario inicial de 3.800 pesos mensuales. La brecha es muy ancha.

“La situación es preocupante”, dijo el secretario general de UDA, Sergio Romero, mientras que Baradel (Suteba) estimó que el ofrecimiento del Gobierno es 0,5% inferior al que hizo en 2013, al tiempo que Stella Maldonado (CTERA) calificó la propuesta oficial de “inadmisible”, aunque afirmó que la negociación “no está agotada” pese a que el panorama se presenta “muy complejo”.

En este escenario de indefinición, los gremios docentes bonaerenses aguardan que el próximo martes comience la paritaria en la Provincia, a sabiendas de que la gestión de Daniel Scioli no ofrecerá un aumento superior al que otorgará el Gobierno nacional, que tiene techo en el 25% (ver aparte). “Si se intenta eso, el inicio del ciclo lectivo será conflictivo”, dijeron los gremialistas.

De hecho, las medidas de fuerza podrían coincidir a nivel nacional y provincial los días 5, 6 y 7 de marzo, lo que impediría el regreso a clases de millones de estudiantes en todo el país.

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