El árbol y el bosque

     ¡Que se vaya Troglio! Matungos, pelotazo, ¡no pone a los talentosos! Hay que jugar la "nuestra", el estilo histórico de Gimnasia. Pacho Maturana o Ángel Cappa, ¡esos son técnicos! Además, mucho escudito tatuado pero cobra. Sí, que se vaya Troglio. ¡Y que se lleve a sus jugadores de la B! A Oreja y Barsottini no les da para jugar en primera, no son como Moreira y Fontanello. ¡Licht cuatro años más! Je, va a robar. ¡Qué jueguen los pibes! Pero no estos pibes como Miloc, como Fernández...¿Mussis? Una mentira ¿Monetti? Sobrevalorado.¡Cualquier jugador de la misma edad de otro club es mejor! Basta de Pouso, basta de Pereyra. ¿Goleador? No, no es Cardetti, no es Graff. ¡Nos querían hacer creer que el Negro es bueno! Un chocador. Tuvimos que ir a buscar a San Lorenzo un pibe de 18 años. ¡Con los goleadores que sacamos de las inferiores en los últimos 40 años! Y basta de medio pelos como Coronel, Díaz, Blengio...

     Señores, Gimnasia es esto. Un club en crisis permanente ascendido futbolísticamente -no institucionalmente- por muchos de estos jugadores. Por este entrenador, que con la misma base de la B Nacional está a 9 puntos de mantener la categoría. Duele, y mucho, perder así con Vélez. La diferencia es la JERARQUÍA. Gimnasia jugó 70 minutos superiores al partido frente a San Lorenzo. Ganaba 1-0 y no lo supo/pudo liquidar. Mussis por dos, Díaz, Fernández, chances desperdiciadas de todos colores. Vélez se lo dio vuelta con Pratto -crack-, Lucas Romero -enorme futuro- y un golazo de Canteros. Después, lo conocido: Díaz se hizo echar, Blengio cometió un penal insólito, el equipo bajó los brazos, tiró el partido como cuando queda poco tiempo de cancha de paddle. Acepto, duele. Pero ojo con buscar chivos expiatorios y ciclos cumplidos, que después los errores se lamentan: Villar por Capurro, afuera Chirola y Teté, bienvenidos Lorito y Frezzotti. Gimnasia necesita un salto de calidad, es cierto. No se logra cambiando de entrenador, ni de estilo, ni a 20 jugadores. Hay que traer dos delanteros buenos, que marcan la diferencia. Insisito, no cambiar todo.
     El árbol es el 5-1 en Liniers. Detrás, un bosque. Que no es precisamente ese Bosque al que le robaron una tribuna y que hay que remodelar YA. Duele otra cosa. El 26 de julio del '92, Vélez y Gimnasia jugaron la final de la Liguilla en el Monumental. Ganó Vélez 3 a 0. Fortineros y triperos eran emergentes del fútbol argentino. Vélez, con Veira, Manera y Bianchi en el banco. Gimnasia, con Gregorio, Ramacciotti y el gran Timoteo. Más allá de lo antojadizo de la efeméride, empezaron el camino casi juntos. Más allá del enorme estadio de Liniers (con una mano grande del EAM '78), más allá del enorme José Amalfitani. No eran los mismo, no. Pero 22 años después, no deberían tener las diferencias abismales que tienen. Y no me quedo en los títulos: Vélez ganó Clausura '93, Libertadores '94, Intercontinental '94, Apertura '95, Clausura '96, Interamericana '96, Supercopa Sudamericana '96, Recopa Sudamericana '97, Clausura '98, Clausura 2005, Clausura 2009, Clausura 2011, Inicial 2012, Temporada 2012/2013, Supercopa Argentina 2013. Gimnasia ganó el Torneo Centenario 1993/94. Insisto, los títulos son lo de menos. Más de 43 mil socios. Todas las disciplinas. Y una impactante Villa Olímpica en Ituzaingó iniciada en 1998 sobre un terreno de 18 hectáreas. Gimnasia tiene más de 160 hectáreas que están igual que hace 45 años. Y solo el empuje de los socios generó el Campus. ¿Cual es la pregunta? ¿Cómo hicieron? o ¿Cómo no hicimos?
     El 5 a 1 duele menos que esta realidad.