El carnaval le hizo honores al fútbol

Zico fue la gran figura en el sambódromo, donde las escolas volvieron a darle brillo a las noches más esperadas en Río de Janeiro

Zico, figura de la selección brasileña en los `80, goleó hoy de nuevo en el sambódromo de Río de Janeiro, al coronar el desfile de una escola do samba en la noche grande del carnaval, que se vistió de fútbol a tres meses del inicio del Mundial.

El ex jugador, que ayer cumplió 61 años, atravesó el sambódromo en lo alto de la última carroza del desfile de la escola Imperatriz Leopoldinense, que dedicó por entero su desfile y su canción de samba a la vida del delantero.

Vestido con una casaca roja y negra, los colores del Flamengo, su equipo de toda la vida, Zico entró en el sambódromo encima de una corona que giraba como un carrusel y que lo obligaba a bailar continuamente.

El sambódromo, abarrotado por cerca de 72.000 personas, recibió al astro con una ovación estruendosa, que llegaba a ensordecer las batidas de los centenares de tambores, timbales y bombos que animaban el cortejo.

Metido en su papel carnavalesco, Zico cantó con ganas la samba de la escola, de estribillo pegadizo, que imita los cánticos de las hinchadas brasileñas y que le pedía al futbolista "Zico haz un (gol) más para que lo veamos".

En otra estrofa la canción cita una frase del himno del Flamengo "¡vencer, vencer, vencer!", que tuvo gran acogida entre el público carioca, que en su mayoría es seguidor de ese club.

Los responsables de la escola do samba también tuvieron guiños para otros clubes locales y llevaron a la "pasarela de la samba" a otros ex futbolistas, como el luso-brasileño Deco, que cerró su trayectoria en el Fluminense, y Edmundo, que hizo gran parte de su carrera en el Vasco da Gama.

Otro astro de la selección brasileña, Rivelino, abrió el desfile subido en la primera de las carrozas de Imperatriz, que llevó a la avenida a 3.400 bailarines y músicos.

Numerosos disfraces hacían alusión a balones de fútbol y a los 333 goles que Zico anotó en el estadio Maracaná, que queda a escasos tres kilómetros del sambódromo y que el próximo 13 de julio será sede de la final del Mundial.

El desfile de Imperatriz no fue, sin embargo, ni el más suntuoso ni tampoco el más sensual de las que desfilaron por el sambódromo esta segunda noche de desfiles.

La escola Vila Isabel, que dedicó su desfile a la pluralidad de naturaleza brasileña, se destacó por la sensualidad de las reinas de belleza, actrices y modelos que precedían las carrozas más importantes, lo que, al igual que los disfraces o la calidad de la música, también es un punto analizado por los jurados que ponen nota a los desfiles.

Además de la escola de Zico, anoche también desfilaron las escuelas Mocidade Independente de Padre Miguel, União da Ilha y Portela, mientras que estaba previsto que cerrase la fiesta Unidos da Tijuca, una de las escuelas con más éxito en los últimos años

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