Otros análisis del fin de semana

La carrera por el 2015, enfocada por eventuales gestiones entre Scioli y Massa para un acercamiento, asoma en los comentarios políticos del domingo. El resumen

CRISTINA EN EL ANUNCIO DE UN PROYECTO SOBRE EMPLEO

Joaquín Morales Solá
LA NACION

“Las últimas gestiones para un acercamiento, o un eventual acuerdo, entre Daniel Scioli y Sergio Massa han fracasado. El voto peronista camina, por primera vez desde 2003, hacia su propia división”, dice Morales Solá. Eso anticipa que habrá segunda vuelta. La interna de la alianza Unen está fomentada hoy por la certeza de la división peronista y del ballotage. Afirma luego que Cristina Kirchner estaría más cómoda con la división peronista, ya que “la improbable unidad significaría la absorción de Massa por parte del peronismo”. Esa alternativa licuaría la aspiración de la Presidenta de mantener un bloque de diputados disciplinado a ella. “Cristina aspira a liderar la primera minoría de los diputados nacionales cuando ella ya no esté en el poder”. Pero Massa también quiere mantenerse alejado del kirchnerismo. Cuando rivaliza con Zaffaroni, sabe que el magistrado es visto como el referente de una escuela judicial permisiva en la condena por los delitos. El problema aún no resuelto es la relación entre Massa y Scioli. Pero el fantasma que sobrevuela entre los no peronistas es que el ballotage se dirima entre ambos.


Mario Wainfeld
PAGINA 12

“Casi cualquier gobierno democrático es pasible de ser criticado en simultáneo “por derecha” y “por izquierda”. La amplitud de las (o)posiciones posibles es vasta, siempre. El kirchnerismo no hizo excepción en toda su trayectoria, menos aún en este momento”, opina Wainfeld, que analiza estas alternativas y afirma que el actual oficialismo “movió más coordenadas en sentido progresista y reparador que en uno regresivo”. Reseña en ese sentido las acciones que emprendió a lo largo de su gestión, aún cuando admite que hay excepciones. Y en la actualidad, añade, “se percibe un parate o amesetamiento acentuado en el actual mandato de la Presidenta”. Sostiene que se está frente a “un eje fundante hasta las elecciones presidenciales. El oficialismo oscila entre conservar sus principales vectores o hacer propia parte de la agenda de sus adversarios para no dejarse desestabilizar o deslegitimar”.


Eduardo Van Der Kooy
CLARIN

Sobre gestiones de acercamiento entre Massa y Scioli realizadas por algunos dirigentes -Lavagna, uno de ellos- trata la columna de Van Der Kooy. “Ese cruce de interlocutores comunes ayudaría a revivir, cada tanto, ciertos retazos de una historia reciente: la posibilidad de que Scioli y Massa cierren un trato para el año que viene”. Recuerda el pacto que llegó a barajarse antes de las primarias: “ese pacto consistía en que Scioli sería candidato a presidente sólo por un período. Massa pugnaría en el mismo tiempo por la gobernación de Buenos Aires. Como trampolín para la herencia en el 2019”. Pero mucha agua corrió desde entonces bajo los puentes: Massa ganó los comicios en la Provincia y Scioli compartió la derrota con Cristina Kirchner. Pero Scioli es “un optimista empedernido” y cree que el malhumor social no lo emparentará con el Gobierno. Y apuesta a la seguridad: con su ministro Granados “planea, de base, una saturación de vigilancia preventiva”. Las estadísticas que le muestran lo animan: “la última encuesta de Poliarquía traslució que Massa le estaría llevando apenas cuatro puntos de ventaja en la intención de voto”.


Jorge Fernández Díaz
LA NACION

En un electrizante ataque de nervios, el ultrakirchnerismo -dice Fernández Díaz- se exculpó de los crecientes asesinatos callejeros y del narcotráfico: “los pibes chorros son hijos de Menem y los narcos son producto de Duhalde”. Recuerda una sentencia de San Martín: “el que se está ahogando no repara en lo que tiene a mano para agarrarse”. Y esa fue, al menos, la sensación que dejó el estremecedor paso de D´Elía por la televisión, operador mediático de la secretaría general de la Presidencia: “expuso como nadie el temperamento reinante en Balcarce 50 y la línea argumental que utilizarán los acorralados”. Pero más allá de ello, “lo esencial del asunto es que el cristinismo siente angustia frente a los números de todas las encuestas: la inmensa mayoría de los argentinos lo acusa de ser inoperante, insensible e indiferente frente a estos graves azotes”.


Sergio Crivelli
LA PRENSA

“La contraofensiva del gobierno después del paro y los piquetes”, titula su columna Crivelli. Y dice que “para competir con los sindicalistas propuso bajar el empleo en negro, ART para personal doméstico y posible baja en ganancias. Quiere, además, que sean ilegales piquetes y paros de transporte”. Agrega que es “llamativo también es que (las últimas medidas del Gobierno) no hayan sido vinculadas con el ajuste, la principal novedad en el escenario pol­ítico y económico desde la devaluación del verano”.

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